PARÍS -- Al minuto 77 se realizó una modificación que hizo que varios hinchas se agarraran la cabeza.
Entraba el número 9 y salía el '16' Renato Sanches.
“Debo estar leyendo mal”, seguramente pensó un fanático luso al ver el cartel electrónico del asistente.
Afuera Renato Sanches, que es cierto no había tenido un buen partido y que apenas tiene 18 años, pero no deja de ser la gran promesa del fútbol luso.
Adentro Éder, un delantero que tenía antes de hoy apenas tres goles en 28 partidos, y todos ellos habían sido en partidos amistosos; ninguno en encuentros oficiales.
Un hombre que fue catalogado por un sector de la prensa inglesa como “la peor adquisición de la Premier League” al llegar al Swansea City, donde no hizo goles en 13 partidos sólo para luego ser cedido a préstamo al Lille.
Sí, ese Éder se transformó en inmortal este domingo en París.
Tomó la pelota en tres cuartos de la cancha sobre la banda izquierda, encaró hacia adentro y aprovechando la pasividad de Umtiti que retrocedió con él en lugar de intentar cortarlo, estampó su derechazo abajo contra el palo derecho de Hugo Lloris.
“Fue un momento increíble”, declaró un eufórico Éder. “Desde el primer día en que me convocó Fernando Santos, sabía que mi oportunidad iba a llegar. He trabajado muy duro y es espectacular ver cómo se cumplen tus sueños”.
Antes de ingresar, se vio a Cristiano Ronaldo hablándole al oído a Éder.
¿Qué le dijo?
“Cristiano me dijo que anotaría el gol de la victoria”, confesó. “Me dio energía positiva y eso es realmente importante”.
Portugal se coronó campeón por primera vez en su historia, y si bien el colectivo fue la clave a lo largo del campeonato y sobre todo en la final tras la lesión de Ronaldo, cuatro letras serán las que quedarán marcadas por siempre en la historia: Éder.
Un héroe tan improbable con la consagración de los lusos.
“Portugal ha estado esperando esto por mucho tiempo”, concluyó Éder. “No lo merecemos”.