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Los motivos tras el aumento de traspasos libres en la élite del fútbol mundial

En otros tiempos, perder a un jugador de primer nivel mediante un traspaso libre era visto como un caso de mala gerencia: un fracaso a nivel de Junta Directiva en cuanto a planificación, negociación y visión de futuro que desataba la ira de los seguidores. El Arsenal es apenas uno de los clubes objeto de fuertes críticas en ese sentido, al punto de que en octubre de 2018, el recién instalado director deportivo de los Gunners Raúl Sanllehi trazó un límite.

"Creo que, como política, el contrato de un jugador nunca debe llegar al último año", afirmó el ejecutivo. "Sin embargo, no creo que esté inventando la rueda. Cualquiera podría estar de acuerdo con eso. Normalmente, los contratos de los jugadores duran cinco años. Debes tener una idea clara de lo que se quiere hacer con ese jugador en su tercer año, por lo menos".

A pesar de sus mejores intenciones, Aaron Ramsey fichó por la Juventus a cambio de nada al verano siguiente, luego de rechazar múltiples contratos para quedarse con su antiguo club. Esto sirvió de indicador de una tendencia que no ha hecho más que extenderse en este deporte después de ello.

Las investigaciones hechas por la firma KPMG sugieren que en las "Cinco Grandes" ligas de Europa se produjo un descenso del 6% en la cantidad de fichajes en los cuales se pagó un precio al club entre 2019 y 2021, alcanzando un mínimo histórico del 30%. También se produjo un incremento del 19% al 22% en la cantidad de transferencias libres producidas durante el mismo periodo. Quizás parezca un cambio modesto a simple vista; sin embargo, la mayoría de las transacciones en divisiones menores han consistido en gran medida de este tipo de operaciones ya que sus estados financieros son más precarios, y dichos clubes sobreviven gracias a las cesiones o el fichaje de jugadores sin compromisos previos.

Ahora, este cambio ha llegado al máximo nivel del fútbol mundial, con la presencia de más agentes libres de alto perfil que nunca. La lista del año pasado estuvo llena de estrellas: Lionel Messi, Sergio Ramos, Gianluigi Donnarumma, David Alaba, Sergio Aguero y Jerome Boateng fueron algunos de los nombres que cambiaron de equipo. La situación de este verano es similar: Paul Pogba, Ousmane Dembele, Paulo Dybala, Antonio Rudiger, Alexandre Lacazette, Christian Eriksen, Gareth Bale y Luis Suarez son algunos de los jugadores que pueden negociar bajo sus términos.

Todo parecía indicar que Kylian Mbappe lideraría la oleada de transferencias libres, ya que aparentaba estar destinado a fichar por el Real Madrid y salir del Paris Saint-Germain antes de dar un giro radical el mes pasado y quedarse en la capital francesa. El nuevo contrato de Mbappé para seguir en París por tres años incluye, según indican informaciones periodísticas, un pago de €100 millones por su firma y un salario de €50 millones al año, lo que sirve de evidencia notable de la posición de fortaleza que pueden tener los jugadores de elite en la mesa de negociación cuando sus pactos existentes están a punto de vencerse. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los jugadores en esta situación cambian de club.

Entonces, ¿por qué ocurre este fenómeno? Los especialistas de ESPN James Olley y Tor-Kristian Karlsen lo investigan.

El poder de los jugadores sigue creciendo

Hubo un tiempo en el que los contratos de larga duración eran oro en polvo para un futbolista. Los ingresos eran relativamente modestos fuera de la élite, por lo que la seguridad de un contrato a tres o cuatro años era una genuina aspiración para muchos jugadores. Una lesión seria podía acabar con la vida de un futbolista, más allá de su carrera. Por supuesto que las lesiones siguen siendo un riesgo en la actualidad; sin embargo, los avances en la ciencia deportiva y nutrición hacen que los jugadores sientan menos miedo de quedarse sin la seguridad de unos ingresos regulares.

El mayor cambio ha sido que el salario semanal es apenas una fuente de ingresos para las grandes figuras del fútbol actual. Podríamos decir que los derechos de imagen son más lucrativos, porque los futbolistas se hacen marcas por derecho propio. El año pasado, Cristiano Ronaldo se convirtió en el primer jugador en superar los 500 millones de seguidores en redes sociales; en ese momento, dicha cifra rebasa la suma de todos los 20 clubes de la Premier League. Cristiano es un ejemplo extremo; no obstante, hay muchas estrellas de primer nivel que poseen una legión de seguidores virtuales mayor a la de los clubes con los que juegan, y ese peso financiero compensa las preocupaciones sobre la procedencia de su salario semanal, a la vez que agrega valor a sus posibles pretendientes.

Messi fichó por el Paris Saint-Germain el pasado verano en una transferencia libre con valor de £25 millones netos en salarios por temporada, junto con un bono por su firma de £25 millones. Varias fuentes vinculadas al club insisten en que el astro argentino ya es rentable para el actual campeón de la Ligue 1 en ingresos comerciales y de mercadeo.

El segundo ciclo de Pogba vistiendo la camiseta del Manchester United ha sido en gran medida decepcionante. A pesar de ello, sigue siendo sumamente popular en redes sociales, factor que le permitirá elegir entre un grupo de clubes de alto perfil este verano.

Esa sensación de libertad se remonta al fallo del conocido "Caso Bosman" de 1995, bautizado con el nombre del mediocampista belga Jean-Marc Bosman. El veredicto liberó a los futbolistas de diversas normas e implicó que los clubes no podían evitar que los jugadores dejaran sus equipos al vencimiento de sus respectivos contratos. El ex técnico del United Sir Alex Ferguson dijo en el vigésimo aniversario de la sentencia: "Una vez que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que los clubes ya no tenían que pagar por los pases tras el vencimiento del contrato de un jugador, se desató el infierno. De repente, nos metimos en una rebatiña". -- Olley

Se reducen los planteles...

Quizás la razón más obvia del exceso de jugadores sin contrato actualmente en circulación es el efecto entre los clubes profesionales, que ahora desean operar con estructuras de planteles reducidos. Comprensiblemente, esto es más relevante en ligas más pequeñas y con menos recursos; sin embargo, también existen signos de un menor apetito por mantener jugadores con salarios decentes que apenas suman minutos, incluso al más alto nivel.

Con el golpe económico de la pandemia aún latente, se aplican medidas de reducción de costos donde sea posible, siendo los contratos y salarios de jugadores el punto de partida natural. -- Karlsen.

... gracias a la pandemia del COVID-19

Muchos clubes se han visto afectados por la pandemia, siendo el Barcelona el ejemplo más obvio. En teoría, Ousmane Dembélé podía firmar un nuevo contrato, pero el Barça estaba ansioso por traspasar al extremo a cambio de dinero en los mercados del verano y enero pasados con la finalidad de recolectar recursos y cumplir con los límites de gastos de LaLiga, porque su masa salarial se había catapultado hasta niveles insostenibles.

En un caso similar, el Real Madrid estuvo dispuesto a traspasar a Gareth Bale por cierto tiempo; sin embargo, no encontró a nadie dispuesto a asumir su sueldo de £600.000 semanales. La clasificación de la selección de Gales al Mundial de Qatar a celebrarse en noviembre próximo significa que tiene mayores probabilidades de firmar un contrato a corto plazo para mantener su nivel físico; sin embargo, su sueldo será de apenas una parte de lo que ganaba con el Madrid.

Surgieron informaciones periodísticas que hablaban de un acuerdo entre la Juventus y el artillero argentino Paulo Dybala para renovar su contrato. Sin embargo, la Vecchia Signora buscaba reducir su oferta salarial, lo que detonó su inminente traspaso libre, siendo el Inter Milan el líder en la puja por sus servicios.

La ausencia del equipo en competiciones europeas fue uno de los factores que motivó al Arsenal a reducir su plantel para la segunda mitad de la temporada recién concluida. El club tomó decisiones tardías con respecto a Alexandre Lacazette y Eddie Nketiaj, ambos en los últimos años de sus contratos, dependiendo de su clasificación a torneos europeos en la próxima campaña. Sin embargo, Lacazette ahora pactó con el Lyon, su antiguo club; mientras que Nketiah ocupó un lugar destacado y se espera que firme un nuevo contrato antes de que su actual compromiso expire a finales de este mes.

Asimismo, el club ha dejado en libertad a siete jugadores que conformaban su XI titular en años recientes (Henrikh Mkhitaryan, Mesut Ozil, Sokratis Papastathopoulos, Shkodran Mustafi, Sead Kolasinac, Willian y Pierre-Emerick Aubameyang) antes del fin de sus respectivos contratos, dándoles un pago considerable a cambio de su salida. Varias fuentes afirman a ESPN que en algunos casos, los jugadores recibieron hasta el 90% de sus pagos pendientes. A pesar de ello, la decisión se tomó con la finalidad de ahorrar dinero a largo plazo y otros clubes podrían seguir este modelo. -- Olley

Énfasis en jugadores cada vez más jóvenes

Otra novedad evidente, que comenzó a surgir incluso antes de la pandemia del COVID-19, es la creciente resistencia entre los clubes (prácticamente en todos los niveles profesionales) a ofrecer contratos a jugadores "veteranos" mayores de 26 años.

La experiencia se considera cada vez más como un factor sobrevalorado y la tendencia general es reservar cupos para los canteranos de cada club (o incluso pagar cifras sustanciales por el pase de adolescentes o jugadores de poco más de 20 años) en detrimento de jugadores de rotación más consolidados. Esto tiene como consecuencia que muchos jugadores de mayor edad que sólo formarían parte del plantel se vean obligados a aceptar sueldos menores o enfrentarse a la dificultad de conseguir un nuevo contrato con otro equipo. -- Karlsen

La inestabilidad del mundo de fútbol

Los grandes clubes de Rusia y Ucrania han sido factor preponderante en el mercado internacional de fichajes por varias décadas; con países tales como Serbia, Croacia y la República Checa siendo beneficiarios constantes de sus ingresos provenientes de traspasos. Con el fútbol de liga prácticamente paralizado debido a la guerra, y con el fin de las recientes inversiones cuantiosas hechas por China, varios mercados de relativa actividad donde los jugadores cobraban sueldos atractivos han desaparecido de repente.

Aunque hablamos de equipos que se encuentran más abajo en la cadena alimenticia, los efectos pueden seguir sintiéndose, ya que los ingresos (para los clubes) que antes se deban por descontados ya no están disponibles. -- Karlsen

El crecimiento de los familiares-representantes

A criterio de algunos, las comisiones de agentes son una gran forma de ganar dinero fácil. La decisión tomada por la FIFA en 2015 de desregular la industria de la representación en 2015 retiró prácticamente todas las barreras de ingreso, lo que desató una proliferación en la cantidad de "intermediarios" y familiares (los llamados "entornos") que asumen la representación de sus seres queridos.

Por largo tiempo, Messi y Neymar han sido representados por sus padres; sin embargo, sus reputaciones alcanzan un nivel tan estratosférico que las negociaciones siempre se han inclinado a su favor por muchos años. A un nivel menos estelar, hemos visto un incremento de la presencia de representantes familiares: algunos casos son los de Marcus Rashford, Jesse Lingard, Declan Rice y Trent Alexander-Arnold, por solo mencionar cuatro.

Los traspasos de futbolistas son operaciones complejas. Las relaciones con los ejecutivos importan, y se requiere un alto nivel de conocimientos jurídicos para asegurar que un contrato sea óptimo para todas las partes involucradas. Una simple renegociación para seguir en el club actual de un jugador o una transferencia libre son más simples, porque hay una parte menos para satisfacer en las conversaciones. Dicho lo anterior, un agente puede ganar un porcentaje significativo de un pase. Por ello, para algunos existe un atractivo en tomar un camino más difícil para obtener remuneraciones económicas. -- Olley

Circunstancias excepcionales

Este verano, algunas situaciones particulares se sienten únicas. Christian Eriksen pasó el año pasado preguntándose qué nivel de vida tendría después de sobrevivir un horrible paro cardíaco mientras vestía la camiseta de la selección de Dinamarca en la Eurocopa 2020. No sólo Eriksen se recuperó de forma sorprendente: el jugador de 30 años hizo un impacto tal en el Brentford que hay una competencia considerable por su fichaje. En un inicio, Eriksen y el Brentford pactaron por seis meses (un plazo completamente comprensible, considerando la incertidumbre que rodea su aptitud para seguir jugando al máximo nivel) y ahora se apresta a proseguir su regreso notable, jugando la próxima temporada y más allá, quizás con un club de mayor renombre.

Si bien hubo asuntos contractuales menos ortodoxos en los casos de Rudiger y Andreas Christensen, el club se vio limitado en sus esfuerzos por mantener a ambos jugadores en su plantel, ante la sanción por parte del gobierno del Reino Unido sobre el ex dueño de los Blues Roman Abramovich por sus presuntos nexos con el presidente ruso Vladimir Putin.

Una licencia especial conferida al Chelsea le permitió jugar sus partidos restantes, aunque le prohibió entrar en discusiones contractuales con los futbolistas miembros de su plantel. Mientras tanto, Rudiger pactó con el Real Madrid y Christensen llegó a un principio de acuerdo con el Barça. -- Olley