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Messi fue clave en el título del PSG, a puro gol y asistencias

Leo Messi siempre es protagonista. Y la obtención de la Ligue 1 con PSG no fue una excepción. Es cierto, estuvo lejos de los goles de Kilyan Mbappé, quien se consagró como máximo artillero del certamen con 28 tantos.

La Pulga está terminando la temporada con 16 goles. Sin embargo en el rubro asistencias el argentino le saca una gran diferencia al francés, ya que suma 16 (una más que el año pasado) contra solo seis de Donatello. Pero puede terminar el certamen con una cifra récord: está muy cerca de las 18 que logró Angelito Di María en 2015/2016, hasta ahora el jugador que más asistió en el torneo de Francia.

No hay dudas de que su socio ideal es Mbappé, a quien le dio 11 pases gol; el brasileño Neymar lo sigue con cuatro y Sergio Ramos cierra con uno. De todos modos en el Barcelona dio su mejor versión como asistidor, con 22 en el torneo de 2019/2020.

Su estreno como goleador en este torneo se dio en el debut, en la victoria por 5 a 0 contra el Clermont: Lío anotó sobre el final del partido dos goles para arrancar con la contundente victoria. No marcó en el 5 a 2 contra el Montpellier, pero sí hizo uno en el categórico 7 a 1 ante el Lille.

El paso del equipo de Galtier en ese comienzo de torneo no pudo ser mejor: ganaba, goleaba y gustaba. Hizo 17 goles en sólo tres partidos. Messi no marcó en el 1 a 1 ante Mónaco, en el 3 a 0 ante Toulouse, el 3 a 0 contra Nantes y en el 1 a 0 ante Brest.

Quebró la racha sin tantos en la octava fecha, en el único gol de la victoria contra Lyon, y luego volvió a anotar en el 2 a 1 ante Niza por la novena. En la jornada 12 marcó un gol en el 3 a 0 ante Ajaccio y luego otro en el 4 a 3 ante Troyes, por la fecha 13.

Una dolencia en el tendón de Aquiles lo marginó ante Lorient y estuvo en el último partido antes del Mundial, contra Auxerre. Luego regresó como campeón del mundo en la fecha 18 ante Angers, donde marcó un gol en el 2 a 0 final.

En la jornada 21 ante Montpellier volvió al gol y el equipo regresó al triunfo, tras dos fechas sin victorias: hizo uno en el 3 a 1 final; en la jornada 22 marcó otro en el 2 a 1 contra el Toulouse.

En la fecha 24 marcó un gol importante en el 4 a 3 ante Lille, ya que el equipo venía de perder con Mónaco por la Ligue 1 y de caer también en la ida de Champions por octavos de final contra el Bayern.

Contra el Olympique de Marsella por la fecha 25 anotó uno de los tres goles del equipo, luego de un arranque furioso de su equipo, donde Lío y Mbappé fueron determinantes. Una fecha más tarde anotó en el 4 a 2 ante Nantes, justo antes de la eliminación por Champions ante Bayern que fue el comienzo del fin en su relación con los hinchas.

Recién volvió a marcar ante Niza por la fecha 30, en un triunfo clave para recuperarse luego de dos derrotas seguidas. En la fecha siguiente (31) marcó en el 3 a 1 ante Lens. Tras volver de la sanción que le puso el club por haber viajado a Arabia, no marcó en los encuentros contra Ajaccio y Auxerre, pero este sábado, frente al Racing Club de Estrasburgo, aprovechó una gran asistencia de Mbappé y marcó el gol que, a fin de cuentas, confirmó la coronación en el plano local.

En definitiva los números de Messi fueron muy buenos, tanto en goles como en asistencias: en este último rubro es por lejos el que más tiene en la Ligue 1. Está claro que con el paso de los años la Pulga se está convirtiendo más en un gran asistidor, en un futbolista que hace jugar a sus compañeros, en un jugador tal vez menos explosivo pero más cerebral. De todos modos, volvió a ser determinante para su equipo en la conquista de este nuevo logro.