La llegada de Darwin Núñez a Liverpool hace inevitable recordar la etapa de otro atacante uruguayo en ese club: Luis Suárez, fue figura de los Reds antes de pasar a Barcelona. Si bien el artiguense arriba en una situación muy distinta para el club, también se pueden establecer paralelismos entre los contextos de uno y otro.
LA TRANSFERENCIA
Núñez llega a Liverpool por la abultada cifra de 75 millones de euros, que podrían llegar a 100 bajo determinadas condiciones. Aún en un mercado de pases con precios que se han disparado en los últimos años, el pase del uruguayo marcó distintos récords tanto a nivel de los clubes involucrados, como entre los más importantes de la historia de la liga.
Si bien cuanto mayor es el monto pagado por un jugador, eso no necesariamente implica más presión sobre la operación y el rendimiento posterior, se podría decir que Suárez llegó con una mochila más liviana. Su traspaso en enero de 2011 costó 26,5 millones de euros, en una ventana de pases donde Liverpool compró a Andy Carroll por 41 millones, y solamente en la Premier League se registraron compras como la de Alexander Kolarov por 28,7 a Manchester City, David Luiz por 25 millones a Chelsea, o Darren Bent por Aston Villa por 21,5.
Cabe notar que Carroll llegó por casi el doble que el Pistolero, pero difícilmente Liverpool vaya a pagar una cifra más alta por otro futbolista que Núñez en este mercado.
LA EXPERIENCIA
El Pistolero se puso la camiseta roja de los de Merseyside habiendo contado ya con un Mundial en sus espaldas (el 2010, donde fue protagonista de Uruguay) y con 12 goles en 39 partidos con la Celeste. Darwin todavía está dando sus primeros pasos con la Selección Uruguaya: cuenta con 11 partidos y dos goles entre Eliminatorias y amistosos, habiéndose perdido la última Copa América.
Suárez tenía 24 años, más de 230 partidos y casi 140 goles como profesional en su arribo a los Reds entre sus etapas en Nacional, Groningen y Ajax. El artiguense está a punto de cumplir 23 años y tiene menos bagaje que el referente de la Celeste: Núñez tiene 138 juegos y 67 tantos en su carrera de clubes.
EL MOMENTO
No hay ninguna duda en que Liverpool atraviesa en la actualidad un momento deportivo e institucional infinitamente mejor que en 2011 cuando llegó el Pistolero. Vigentes campeones de la FA Cup y la Copa de la Liga, y subcampeones de la Champions League así como de la Premier League, los Reds tuvieron una última temporada casi perfecta en cuanto al desempeño de sus futbolistas, pero cayeron en la final por el trofeo mayor ante Real Madrid. En 2019 levantaron la Orejona, y en 2020 el trofeo de la liga.
Los propietarios estadounidenses de Fenway Sports Group, a cargo del club desde 2010, han acumulado una notoria experiencia desde entonces y no han repetido algunos errores que cometieron en esas primeras etapas producto de su desconocimiento del fútbol europeo.
Salvo que ocurra una catástrofe, Liverpool seguirá jugando la Champions League, donde suele ser serio candidato a ganarla. A Suárez no le tocó jugar por ese torneo con los Reds, teniendo que conformarse con disputar una Europa League en su última temporada.
EL PLANTEL
Jürgen Klopp ha reunido un plantel repleto de talento, con un estilo de juego bien definido de presión asfixiante, velocidad en el movimiento de la pelota, peligrosísimos laterales ofensivos y una defensa posicionada alta en el campo. Desde hace varios años, es uno de los equipos más entretenidos de ver en el mundo del fútbol y Darwin Núñez llega a sumarse a ese modelo, donde además de aprender de ese sistema, podrá aportar su potencia física y velocidad que le calzan a la perfección. Entre sus compañeros, destacan nombres como Trent Alexander-Arnold -seguramente, el mejor lateral derecho del planeta-, el imponente Virgil Van Dijk en la zaga, y compañeros de ataque tan picantes como Mohamed Salah y Luis Díaz.
La diferencia con el plantel que encontró Suárez en su llegada al club es abismal. Si bien pudo compartir cancha con históricos del club como Steven Gerrard o Jamie Carragher, los otros jugadores más destacados eran Maxi Rodríguez o Dirk Kuyt. La gran estrella, Fernando Torres, se fue el mismo día en que el Pistolero llegaba.
EL ROL DE SUSTITUTO
La salida del “Niño” Torres por 50 millones de libras desilusionó a los hinchas de Liverpool, que perdían a su gran goleador. Suárez llegó junto con Carroll a llenar ese hueco y vaya si lo logró -ciertamente, por sí solo, ya que el inglés fue un gran fracaso-. El salteño se hizo cargo del deseo que tenían los seguidores de los Reds de tener un mayor peso ofensivo.
Ahora, Darwin llega al club con la inminente salida de Sadio Mané a punto de definirse. El senegalés le ha dado un rédito impresionante a Liverpool (jugando mayormente por la izquierda hasta la llegada de Díaz, cuando pasó al medio) y su partida significará la chance para Klopp de reformular el ataque. El uruguayo pasará a ser el centrodelantero y tendrá unos zapatos importantes por llenar.