Chelsea y Liverpool igualaron 0-0 este martes en una nueva jornada de la Premier League en Stamford Bridge, en un partido que se puede volver a ver por Star+. La principal novedad en la previa apuntaba a los Blues por el despido de Graham Potter al mando del primer equipo y el debut de Bruno Saltor como DT interino.
Los Reds llegaban al encuentro con tres derrotas consecutivas en su espalda, dos por Premier (1-4 vs. Manchester City y 0-1 frente al Bournemouth) y otra en Champions (0-1 ante el Real Madrid), y la situación de desconcierto en Chelsea les daba la oportunidad de recuperarse, teniendo en cuenta el envión anímico que podría haber significado vencer a un rival de peso y la posibilidad de escalar en la tabla de posiciones, en la que se encuentran 8° con un partido menos y con la obligación de no perder pisada si quieren jugar el máximo certamen continental la temporada que viene.
Sin embargo, el desconcierto fue de los de Klopp: no estuvieron nunca en partido, fueron un equipo sin alma y casi no generaron situaciones. Chelsea fue el equipo que más hizo para quedarse con el encuentro, y pudo haberlo ganado gracias a un gol de Havertz, pero la conquista fue anulada a instancias del VAR por una mano del alemán.
El equipo que parecía estar en crisis dominó durante largos tramos el juego, intentando sumar parta lograr el mismo objetivo que los Reds, aunque más lejos, porque se encuentran en el puesto 11 en la tabla. La diferencia, además, es que deberán afrontar los cuartos de final de la actual edición de Champions ante el Real Madrid en pocos días, consuelo que los de Klopp no tienen.
En consecuencia, el empate sin goles fue más doloroso para el Liverpool: no por la tabla, sino porque lo obliga a asumir su crisis, algo que el Chelsea ya había hecho a días de una instancia decisiva en Champions y en un momento crucial de la temporada. Si bien no están lejos del objetivo de finalizar entre los primero cuatro, y la histórica goleada frente al Manchester United por 7-0 les dio aire, las miradas vuelven a apuntar a Klopp y un equipo que bajó considerablemente el nivel con respecto a la temporada pasada.