Emiliano Martínez no la pasó nada bien en el debut de Aston Villa en la Premier League, porque su defensa lo dejó demasiado solo ante los ataques del Newcastle y no pudo evitar los goles de Sandro Tonali ni Alexander Isak (x2) ni Callum Wilson ni Harvey Barnes, con los que su equipo cayó por 5-1 en St. James Park.
En un comienzo intenso del partido, las Urracas lograron disparar al arco de Dibu varias veces en menos de 20 minutos de juego y el campeón del mundo tuvo un par de atajadas destacadas: primero ante un remate desde afuera de Bruno Guimaraes y luego ahogó lo que pudo ser el dolete de Tonali. Pero cuando el refuerzo de los blanquinegros, llegado del Milan, se puso mano a mano, no perdonó.
Moussa Diaby consiguió el 1-1 parcial rápido, apenas cinco minutos después del 1-0. Pero Newcastle no dio respiro y en otro de sus ataques masivos, Isak quedó solo frente a Dibu y puso el 2-1.
El ritmo frenético de esos primeros 20 minutos de partido se vio alterado por el parate por la lesión de Tyrone Mings, que debió ser sacado en camilla, y fue reemplazado por Pau Torres a los 31.
Pasado el schock por el mal momento del defensor que se lastimó una rodilla, fue Newcastle el que recuperó la iniciativa en el ataque, pero sin inquietar demasiado a Martínez.
En ocho minutos, de los 10 agregados al primer tiempo, Dibu se ganó la tarjeta amarilla al frenar con infracción fuera del área la escapada de Miguel Almirón.
El segundo tiempo tuvo una tónica similar a la del primero: Newcastle a la carga con muchos hombres largos y veloces que superaron a la defensa villana y, por lo tanto, Emi Martínez tuvo mucho trabajo.
A los 58 minutos, se escapó de nuevo Isak por la derecha, Dibu salió para intentar achicar, pero el atacante sueco marcó el 3-1 por encima del arquero, que en la siguiente le tapó por las piernas su triplete.
Casi sin poder respirar también tuvo un ida y vuelta con Almirón: en la primera falló ante el paraguayo y luego se redimió con una atajada.
Callum Wilson reemplazó a Isak a los 68 minutos, pero los problemas no desaparecieron para el fondo de Aston Villa. El recién ingresado convirtió el cuarto gol, que debió ser convalidado por el VAR, por un posible off-side. Apenas después de eso, el delantero se le volvió a escapar a los marcadores y Dibu ganó en el mano mano para evitar el quinto gol.
Pero el suplicio no terminó ahí: ya en tiempo agregado, Harvey Barnes, quien reemplazó a Anthony Gordon a los 68', aprovechó otro rápido contragolpe y disparó ante un Martínez, de nuevo solo contra el mundo, para el 5-1.
Una abultada goleada que pudo haber sido incluso peor si no fuera por Emiliano Martínez. Queda mucho por corregir para Unai Emery. Un promisorio debut para Newcastle, que ahora tiene como desafío sostener este nivel.