Tras el doloroso golpe de la eliminación a manos de Real Madrid en Champions, Manchester City enfrentó a Chelsea en las semifinales de la FA Cup en un partido disputado que por la mínima dejó como ganador al equipo de Pep Guardiola.
El conjunto celeste llegó a este cotejo con mucho cansancio luego de los 30 minutos adicionales que tuvo que jugar ante los Merengues en Etihad y que culminaron con la eliminación por la vía de los penales, con un Lunin fenomenal.
La agotadora serie ante los españoles no solo dejó como saldo esta caída, sino que también dejó fuera de partida a Erling Haaland, que no estuvo ni en el banco de suplentes ante Chelsea por una molestia física. Por su parte, los Blues llegaron a este enfrentamiento con un invicto de ocho juegos y con un Cole Palmer fantástico que le disputa el mote de goleador de Premier al noruego de los Citizens.
El juego fue muy peleado e incluso se vio un poco de superioridad de Chelsea en la primera mitad. La más clara estuvo en los pies de Jackson, que recibió un perfecto pase de Enzo Fernández y encaró en soledad hacia Ortega Moreno. Ya en zona de definición, el delantero no estuvo lúcido, quiso gambetear al '1' pero la bola le quedó un poco larga, desperdiciando una oportunidad que era inmejorable.
Manchester juntó a sus hombres de calidad e intentó herir a Chelsea, pero entre la falta de creatividad y el buen bloque bajo de Chelsea anularon estas búsquedas.
Ya en el complemento, Jackson tuvo por duplicado la llave del gol, pero estuvo sin puntería nuevamente. Con el correr de los minutos, Chelsea empezaba a sentirse más cómodo con el empate y hasta parecía que buscaba el tiempo suplementario, instancia donde podían creer que tendrían una ventaja ante un exhausto rival.
Cuando el juego entró en los diez minutos finales, Manchester City rompió el cerrojo de la mano de un jugador que no tuvo su mejor versión: Bernardo Silva. El portugués tenía sed de revancha. Le había tocado fallar un penal en la tanda ante Real Madrid con una definición que quedó en el ojo de la tormenta. Optó por patear al medio y Lunin, que se quedó parado, tomó el balón sin dificultades.
Afortunadamente para el '21', su desquite llegó antes de lo esperado y definió una pelota que quedó boyando en el área, la metió en el primer poste y desencadenó la locura celeste en Wembley.
Chelsea no tuvo capacidad de reacción tras el 1-0 del City y, si bien tuvo casi 20 minutos para intentar empatar, el resultado no se movió más.
Con este triunfo, Manchester City volvió a la final de la FA Cup por segundo año seguido y definirá al campeón ante el ganador de la serie entre Manchester United y Coventry City. ¿Habrá clásico de la ciudad entre rojos y celestes?