Everton volvió a demostrar la incapacidad de las últimas jornadas para lograr la victoria y empató frente a Burnley en la fecha 11 de la Premier League, en un partido en el que James Rodríguez no tuvo una buena actuación a pesar de que estuvo a punto de dar una de las mejores asistencias de la temporada.
El cucuteño volvió a jugar los noventa minutos y mostró destellos de su clase, pero estuvo lejos de su mejor nivel. Carlos Ancelotti cambió su esquema táctico por uno con tres defensores en el que Yerry Mina fue figura. James jugó como de costumbre, por la derecha y con libertad, pero tuvo pocos espacios y se notó incómodo.
Tocó el balón 75 veces, las mismas que frente a Fulham. Como siempre, sus compañeros lo buscaron, pero perdió más balones que de costumbre: 17 en total.
James dio 60 pases, de los cuales 49 fueron positivos, es decir un 81 por ciento de efectividad. Su principal socio fue, una vez más, Abdoulaye Doucouré, con quien se encontró en 24 ocasiones. Esa misma cantidad de pases tuvo con Alex Iwobi, quien jugó por derecha y fue importante por su recorrido.
En ataque, remató al arco 3 veces, una con gran peligro que contuvo el arquero Pope. Envió 3 centros y creó dos oportunidades de gol. La segunda, en tiempo de descuento, fue un sello de su enorme categoría. Con un pase exquisito entre las piernas de un defensor, dejó solo a Gylfi Sigurdsson, quien no pudo marcar el gol de la victoria.
Si ese toque se hubiese convertido en asistencia, habría bastado para convertirlo en figura. Sin embargo, el islandés falló y Everton no pudo ante uno de los últimos clasificados. Así, se aleja de los primeros puestos de la Premier.