Paolo Maldini, emblemático jugador del Milan que se retiró en 2009, rechazó una propuesta para volver a su casa deportiva como directivo.
Aunque ya la semana pasada había declarado que pondría algunas condiciones para considerar la oferta de unirse a los rossoneri, Paolo explicó su postura en una extensa carta publicada en su página de Facebook.
Leyenda del club, Maldini no tiene reparo en recordar lo que los colores rojo y negro significan para él. "El Milan siempre ha sido para mí un tema de corazón y pasión, mi historia, la de mi padre y la de mis hijos lo demuestran y nadie podrá borrar nuestro vínculo con los colores rossoneri".
Entonces explica por qué no puede aceptar la responsabilidad bajo esas condiciones. "Precisamente este fuerte lazo me obliga a ser cuidadoso, preciso y profesional a la hora de aceptar el cargo que se me ha ofrecido; claro, sería mucho más fácil seguir la emoción de la propuesta y decir que sí, sin pensar en las posibles consecuencias y retirarme con la cabeza baja en esta nueva aventura. Pero no, no puedo, tengo que respetar los valores que me han acompañado durante toda mi vida, tengo que respetar a los muchos aficionados que ya están en los años identificados en mí para pasión, voluntad y seriedad, debo respetar el Milan y a mí mismo".
Entre los detalles que no le convencen, Maldini comienza por desmentir algunos informes de prensa, que aseguraban que el aspecto económico no le convencía. "Estas noticias, entre otras, han sido sugeridas por fuentes "anónimas" a través de canales y personas que conozco desde hace 30 años, que pretenden desacreditar a mi persona para justificar la falta de acuerdo... No he hecho demandas económicas, he reiterado desde el primer encuentro que la definición del papel era la clave fundamental de una posible colaboración. ¿Cómo podría cuantificar una propuesta, cuando no están establecidas con claridad las responsabilidades? Sé cuáles son mis virtudes, pero conozco aún mejor mis límites; el área de mi competencia debe ser deportiva".
"Se me ha propuesto el papel de director técnico, antes de mí se ha contratado a un director deportivo de confianza del administrador delegado, así que, según el organigrama de sociedades que se me ha presentado, debí compartir cualquier proyecto, compra o cesión de futbolista con el director deportivo. A mi pregunta concreta sobre lo que pasaría en caso de desacuerdo, me ha sido dicho el Sr. Fassone que habría decidido él. Dicho esto, creo que no serían las premisas para un equipo ganador. Yo he formado parte de los equipos que han hecho historia en el futbol y sé que para llegar a esos resultados debe haber una gran sinergia entre todos los componentes sociales, inversiones importantes y roles bien definidos".
Paolo se despide aceptando que esta postura le provocará "amargura en los días siguientes para un sueño que se ha desvanecido" y reitera "que mis valores y mi independencia de pensamiento serán para mí cada vez más importantes que cualquier puesto de trabajo".