A mediados del pasado siglo, el mejor equipo del mundo jugaba en Turín y no precisamente era la Juventus.
En tiempos donde el fútbol seguía regionalizándose, Italia ya contaba en sus vitrinas con dos de las tres primeras Copas del Mundo (1934 y 1938). Uruguay ganó la primera edición en 1930.
Así las cosas, el fútbol italiano afrontó la siguiente década con la etiqueta de 'Rey' indiscutible de dicho deporte. ¿Su máximo referente? El Torino FC, liderado por Valentino Mazzola y ganador de cinco scudettos consecutivos de 1942-49 (del 1943 al 1945 no hubo torneo debido a la Segunda Guerra Mundial).
Cuando el club aseguró matemáticamente el campeonato de 1948-49, aceptó participar de un partido amistoso en Lisboa, Portugal, en homenaje al capitán del Benfica, Francisco Ferreira.
En el viaje de regreso, ocurrió lo inesperado: se estrelló el avión del Torino. No hubo sobrevivientes. El equipo más popular de Europa y núcleo de la selección italiana se desvaneció en cuestión de segundos. Nunca más volvió a ser el mismo.
La Tragedia de Superga
El 4 de mayo de 1949, la aeronave Fiat G-212 llegaba a un Turín procedente de Lisboa en un viaje repleto de neblina. Tras complicaciones en el descenso, el avión impactó el muro de piedra de la basílica de Superga. Fallecieron los 18 jugadores, así como también los cinco miembros de la tripulación y resto del staff técnico.
La noticia conmocionó no tan solo a Italia, sino que al mundo futbolístico. Cientos de miles de personas abarrotaron las calles para rendir tributo a los fallecidos.
Solo tres jugadores sobrevivieron la tragedia porque no viajaron con el equipo. Entre ellos, el legendario Ladislao Kubala, quien pese a haber sido invitado al partido de exhibición y estar a prueba con el Torino tras fugarse de Hungría, optó por reunirse con su familia, también en el exilio.
Kubala eventualmente firmó con el Barcelona y se convirtió en un emblema del club catalán. ¿Qué hubiese sido del Barça, que hasta construyó el Camp Nou gracias a la cantidad de personas que se citaban a ver a Kubala, si hubiese fallecido el húngaro en Turín?
El Torino ganaría un solo 'scudetto' (1976) después de la tragedia. La Juventus se consolidó como el más grande de su ciudad.
Los números de 'Il Grande Torino'
El Torino, que hasta 10 de sus jugadores vistieron la playera de la selección italiana en un amistoso contra Hungría en aquellos años, conquistó cinco ligas consecutivas con los siguientes registros, según datos suministrados por ESPN Stats & Information:
1942-43: 20 victorias, cuatro empates y seis derrotas
1945-46: 19 victorias, cuatro empates y tres derrotas
1946-47: 28 victorias, siete empates y tres derrotas
1947-48: 29 victorias, siete empates y cuatro derrotas
1948-49: 25 victorias, 10 empates y tres derrotas
Cabe recalcar que, en la campaña de 1943, el Torino se convirtió en el primer conjunto italiano en ganar el doblete (liga y copa).
Mazzola y su legado
Mazzola, futbolista alto y rubio que jugaba de interior, era el referente de aquel equipo. Fue el líder goleador durante el lapso de los cinco títulos con 93 goles, seguido de Guglielmo Gabetto con unas 79 dianas.
Lo que certifica al Torino como la gran potencia de la época es que ningún equipo de las cinco importantes ligas de Europa pudo ganar tantos campeonatos como los italianos en dicha época. Solo en Portugal, el Sporting logró cinco cetros en ese periodo. De hecho, múltiples estadios alrededor del mundo llevan nombres relacionados al Torino o sus jugadores en honor al mítico equipo.
A pesar de su muerte, el apellido Mazzola siguió resonando en el fútbol italiano e internacional en las siguientes décadas. Su hijo, Sandro Mazzola, se mudó con apenas seis años con su madre a Milan, donde se convirtió en una superestrella en el Inter de Helenio Herrera. Logró dos Copas de Europa, una Eurocopa y un subcampeonato de la Copa del Mundo, entre otros títulos.
"Cuando jugué contra el Real Madrid, Ferenc Puskas se me acercó a intercambiar la camiseta. Me dijo que había jugado contra mi padre y que yo era digno de llevar su apellido", destacó Mazzola, hijo, en una entrevista con el portal web de FIFA.
Como dato curioso, luego del accidente, los jugadores italianos se negaron a viajar en avión para la Copa del Mundo de 1950 en Brasil. Reportes de la época aseguran que no llegaron en forma debido al largo trayecto. Eso se notó sobre el terreno de juego y cayeron eliminados en la primera fase. No era lo mismo sin los jugadores del legendario Torino.