La crisis económica en la que se hundió el futbol europeo no hizo excepciones con los gigantes del futbol italiano
ROMA -- El futbol italiano se quedó sin sus dos estrellas más brillantes, el portugués Cristiano Ronaldo y el belga Romelu Lukaku, quienes dejaron respectivamente al Juventus y al Inter de Milán en una sesión de mercado veraniego de récord, cerrada oficialmente este martes.
Lo imposible se convirtió en posible en el mercado de este verano, con el fichaje del argentino Lionel Messi por el París Saint Germain, tras una vida en el Barcelona, que abrió el camino para otras operaciones que afectaron directamente a los equilibrios del Calcio.
Romelu Lukaku, el gran líder del Inter de Milán campeón de Italia, fue el primer coloso en abandonar la Serie A. El delantero belga, autor de 24 goles en la última campaña regresó al Chelsea, donde ya había jugado, sin éxito, al comienzo de su carrera, por la cantidad récord de 115 millones de euros.
La crisis económica en la que se hundió el futbol europeo no hizo excepciones con el Inter, que a los pocos días de celebrar su decimonoveno título de campeón de Italia vio como el técnico Antonio Conte salía del club al no aceptar los sacrificios necesarios en el mercado para salvar las cuentas.
El marroquí Achraf Hakimi fue vendido por setenta millones de euros al París Saint Germain y, cuando parecía que el exmadridista sería el único sacrificado, llegó el momento de Lukaku.
Se convirtió en la mejor venta de la historia del futbol italiano y pulverizó el anterior récord, los 90 millones pagados por el Juventus al Nápoles para fichar, en 2016, al argentino Gonzalo Higuaín.
Para remplazarle, el Inter fichó al bosnio Edin Dzeko y al argentino Joaquín Correa, quien debutó el pasado viernes con un gran doblete al Verona. También llegó el lateral holandés Denzel Dumfries, uno de los mejores de Holanda en la última Eurocopa.
Pero la sorpresa aún más grande con respecto a la salida de Lukaku la regaló Cristiano. Después de un verano en el que los directivos del Juventus juraron que CR7 se quedaría en Turín, a cuatro días del cierre del mercado el portugués comunicó al técnico Massimiliano Allegri que ya no quería jugar con la camiseta 'bianconera' y regresó al Manchester United.
Dejó al Juventus tras dos títulos ligueros, una Copa Italia, dos Supercopas italianas y un título de máximo artillero de la Serie A, con 101 goles en 134 partidos, pero sin la anhelada Liga de Campeones.
Su salida alivió las cuentas de un club que invirtió 117 millones para ficharle procedente del Real Madrid en 2018 y que pagaba al delantero 31 millones de euros netos por temporada.
El cuadro turinés eligió al italiano Moise Kean, del Everton, para completar su delantera y fichó en el centro del campo a Manuel Locatelli, uno de los más destacados de la selección de Italia campeona de la Eurocopa. Eso sí, el año empezó de la peor manera, con un solo punto en dos partidos y un juego muy lejos de ser brillante.
Sin Cristiano ni Lukaku, los equilibrios en Italia se revolucionaron y clubes como el Milan, el Nápoles o el Roma del portugués José Mourinho trataron de aprovecharlo para acercarse a la elite.
El Milan, que perdió al meta Gianluigi Donnarumma, recalado gratis en el PSG, se reforzó con el francés Olivier Giroud, el portero, también galo, Mike Maignan, y revalidó la cesión del español Brahim Díaz, quien ya lleva dos goles en dos partidos en la presente Serie A.
El Roma, por su parte, pagó 40 millones de euros al Chelsea para fichar al delantero inglés Tammy Abraham y apostó por el uruguayo Matías Viña, del Palmeiras, para remplazar al lesionado Leonardo Spinazzola.
Cambió lado del río Tiber el español Pedro Rodríguez, que dejó al Roma y recaló en el Lazio de Maurizio Sarri, donde comparte el vestuario con sus compatriotas Luis Alberto, Pepe Reina, Patric Gabarrón y Raúl Moro.
En un contexto de dificultad económica, la excepción positiva es el Atalanta, que vendió al argentino Cristian Romero al Tottenham por más de cincuenta millones, tras pagarlo 20 apenas hace un año, y se reforzó con el turco Merih Demiral, del Juventus.
Muy activo estuvo el Fiorentina, que pagó 27 millones de euros al Stuttgart por el argentino Nico González, quien firmó un gran gol el último sábado contra el Torino.
El Génova, por su parte, fichó al defensa mexicano Johan Vásquez, medalla de bronce en los Juegos de Tokio, procedente del Pumas.