Personajes como Gonzalo Farfán, 'Cabezón' Luna y Aguado han pasado por el cargo, sin obtener la oportunidad de permanecer de manera definitiva, algo que el 'Tano' está ilusionado en lograr
Fernando Ortiz ha caído con el pie derecho como técnico del América, luego de sumar siete puntos de 12 disputados y tiene de regreso al equipo capitalino en la lucha por la Liguilla. Con el paso de los partidos, el 'Tano' se ha ganado el respaldo de los aficionados emplumados y se encamina a conseguir un relevo destacada como técnico interino azulcrema, una situación que rompería el patrón de fracasos vividos otros estrategas con esta etiqueta.
Gonzalo Farfán tuvo la oportunidad de dirigir interinamente al América en tres diferentes ocasiones, primero en 1997, luego en el 2000 y finalmente en el 2002, juntando esas tres etapas Farfán dirigió15 partidos, ganó cuatro, empató dos y perdió nueve, cifras que lo dejaron fuera de la institución.
Otro ex jugador alado que tomó este rol fue Roberto Alderete, quien en 1999 dirigió tres partidos, de los cuales ganó uno, perdió uno y empató el otro restante. Por su parte, José Manuel 'Chepo' De La Torre en 2003 y 2004 tuvo la oportunidad de dirigir a las Águilas como interino en dos etapas, en las que sumó tres encuentros con un saldo de una victoria y dos derrotas, que le cerraron la puerta como técnico estelar del equipo.
Uno de los interinatos más recordados del club se presentó en 2006 con Víctor Manuel Aguado, el ex guardameta quedó como responsable de la banca, pero en todo momento recibía instrucciones de Manuel Lapuente por medio de una diadema de comunicación, Aguado dirigió en ocho partidos, de los cuales registró tres victorias, dos empates y tres derrotas.
Como sucede en muchos clubes, uno de los recursos más utilizados por el América es el de apoyarse en leyendas que trabajan en el club para tomar al primer equipo como técnico de transición, Alfredo Tena dirigió ocho partido al América antes de darle paso a Miguel Herrera. Rodrigo Lara dirigió un partido en 2016 para darle paso a Ricardo Lavolpe, mientras que en 2008 Juan Antonio Luna hizo uno de los mejores trabajos de interinato en la historia del club, llevando al equipo hasta las semifinales de la Copa Libertadores con todo y el 'maracanazo' en contra de Flamengo.
"Yo conocía muy bien a todos los jugadores porque estaba trabajando en el club y entrenaba en la cancha dos, lo único que hice fue ponerlos en su lugar y quitarlos de responsabilidades, afortunadamente les cerré el hocico a todos porque se hizo un gran trabajo", mencionó Luna para ESPN. El último técnico interino del América antes de Fernando Ortiz fue Álvaro Galindo, quien tomó al equipo para cubrir la ausencia de Miguel Herrera, elegido por la selección mexicana para jugar el repechaje mundialista para Brasil 2014. En este lapso, Galindo dirigió cuatro partidos de los cuales ganó uno y empató tres.
Fernando Ortiz está encaminado a terminar el torneo con América. El argentino se ha ganado el respeto de sus dirigidos con gestos como el de quedarse en México a pesar de la muerte de su madre en Argentina.
Ortiz tiene la posibilidad de levantar de las cenizas al América y llevarlo a la siguiente etapa del torneo, una situación que podría valerle su permanencia definitiva en el timón de las Águilas.
“No somos mejores ni peores desde el momento que asumimos. Los jugadores siempre quisieron sacar la situación adelante. Hoy hilvanamos dos victorias, el trabajo se ve. No puedo pensar más allá de lo que es Juárez. Estoy feliz, hacer un análisis es difícil después de dos partidos”, opinó el 'Tano'.
“Me prometí no quebrarme en esta semana especial que he pasado, pero a veces es inevitable. Perder una madre y estar lejos, como a cualquier hijo, duele mucho, pero estoy feliz porque desde arriba seguramente ella está feliz de que haga lo que me hace feliz. No tengo más que agradecer a mis jugadores y a la gente que está alrededor mío”, señaló Ortiz en conferencia de prensa al terminar el partido ante Necaxa.
Sin duda, el común denominador de los interinos en América es que no logran establecerse en el puesto de tiempo completo, una situación que Fernando Ortiz está ilusionado de cambiar.