El actual defensor del Cancún FC lleva en las piernas imágenes en honor a sus padres y al técnico argentino, a quien le guarda un permanente agradecimiento
CANCÚN -- Benjamín Galindo Jr. camina por el Estadio Olímpico Andrés Quintana Roo 'acompañado' por sus padres y Matías Almeyda. En la parte interior de la pierna derecha lleva tatuado el rostro de su padre, leyenda del futbol mexicano. En la misma extremidad tiene, en tinta, un ojo de su madre y una espada por agradecimiento al ‘Pelado’, entrenador que lo debutó y lo ha apoyado en momentos complicados de su vida profesional y personal.
“Es el rostro de mi papá”, responde a ESPN el actual central del Cancún FC al cuestionarle sobre la cara que lleva en la parte interior de la pierna derecha, donde desde hace cuatro meses está el ‘Maestro’ dibujado bajo la técnica line art, que se basa en líneas rectas o curvas sin sombras o tonos.
Galindo explica que, además del ‘Maestro’, lleva tatuado el ojo izquierdo de su madre y “esta espada es por Matías y el código Bushido. Él es una persona que me ha ayudado mucho y busca implementar ese código en sus grupos.”.
El código Bushido viene de los samuráis y está compuesto de siete principios: integridad, respeto, valor, honor, compasión, pero Galindo tiene más presente el de la honestidad y la lealtad con la que trabaja Matías Almeyda.
“Es un gran entrenador que me dio la oportunidad de debutar y la verdad es que lo aprecio mucho, me ayudó bastante en esos momentos y siempre le voy a tener un cariño diferente por ser el entrenador que me dio la oportunidad de debutar en el primer equipo de Chivas”.
Al preguntarle sobre la salud de su padre, de inmediato se le dibuja una sonrisa por lo positivo que ha sido su rehabilitación. Recuerda cuando en las canchas de Verde Valle, aún con su padre como jugador, se ponía de portero para que el ‘Maestro’ practicara tiros libres.
“Acompañaba a mi papá a los entrenamientos y a mí me gustaba ser portero. Me ponía con el entrenador de porteros, me acuerdo de Chivas con Luis Valls, que al final me quedaba a que me tiraran. Para que no me enojara o me fuera triste, sí me dejaba parar algunos”, recuerda con una sonrisa.
Galindo Jr. fue portero por diversión. Su camino al futbol profesional lo comenzó como contención y terminó por ser defensa central, posición en la que debutó y en la que actualmente se desempeña con los consejos de su papá, un “entrenador crítico” que tiene en casa.
“Siempre hablamos después de los partidos. ‘Te faltó esto, te faltó lo otro…’ y yo se lo agradezco porque al final de cuentas es para mi bien, para sumar, entonces yo más que agradecido de tener un entrenador en casa”.
El zaguero del Cancún FC revela que su papá no ha podido separarse del balón ni en las rehabilitaciones. La recuperación del 'Maestro' cada día va mejor, acción que toma como una motivación extra a su carrera.
“La tenacidad, la garra, el que se entrega prácticamente en ser y alma a lo que está haciendo. En su rehabilitación se entrega a más no poder y la verdad es que al día de hoy le sigo aprendiendo cosas. Es impresionante, es lo más bonito de la relación con mi papá", concluyó Benjamín Galindo Junior.