Te presentamos los detalles que rodearon la aparición de Diego Valdés en el futbol profesional y su posterior llegada al balompié mexicano.
MÉXICO -- Diego Valdés llegó tarde a su visoría con Audax Italiano, pero le bastaron 10 minutos para que los entrenadores lo registraran en las divisiones inferiores y a la postre debutara en ese club. Del conjunto chileno, arribó al futbol mexicano en el Apertura 2016, luego de que Morelia buscó contratar a Felipe Mora, quien posteriormente estuvo en la Liga MX, y de “rebote” se encontraron con el actual ‘10’ del América.
José Calderón, quien actualmente es jefe técnico del futbol formativo del Audax Italiano, fue el primer entrenador de Diego Valdés en la categoría Sub-15 del conjunto chileno. Recuerda que el actual jugador del América llegó tarde a su visoría, donde sorprendió en la cancha, pero también mostró una personalidad “introvertida” y “tímida”.
“En ese momento me acuerdo que era un día de lluvia en Santiago. Estábamos terminando la práctica con tres o cuatro entrenadores que estábamos viendo jugadores. No habían venido tantos niños por el tema de la lluvia y finalizando cerca de las cinco de la tarde, me acuerdo, faltaban cinco minutos para terminar la práctica y llega un muchacho corriendo, aparece ahí por la puerta del acceso a cancha”, recuerda José Calderón.
“En ese momento llega Diego, se nos acerca a nosotros, a los profesores que estábamos ahí, a los técnicos y nada, decimos, ‘bueno, entra, vamos a dar 10 minutos más para que te puedas probar, para poder hacer la práctica contigo’. Entró Diego y fíjate que, en ese momento, bueno, las tres o cuatro personas que estábamos ahí, nos sorprendió rápidamente, decimos, ‘oye, mira el chico que llegó recién se integró al juego y nos llamó la atención, hizo tres o cuatro cosas muy interesantes’”.
José Calderón, al igual que los otros entrenadores, quedaron sorprendidos por los regates, la conducción y la zancada larga de Diego Valdés, por lo que no dudaron en citarlo una semana más tarde a la Sub-15 del Audax Italiano, donde empezó su camino hacía el sueño de debutar en Primera División.
Con el paso de las semanas, José Calderón se percató de la personalidad de Diego Valdés, quien había sido recomendado para llegar al Audax Italiano, pero optó no decirlo hasta que finalmente quedó en las divisiones inferiores del conjunto chileno.
“Había un conocido que nos había referido a Diego. Entonces me decía, te voy a mandar un chico que me lo recomendaron, así que yo te lo refiero a ti para que lo veas. Y bueno, ese chico nunca apareció. Cuando lo decidimos incluir, después de esas dos semanas, me dice, ‘profe, a mí me mandó esta persona’, y yo le digo, ‘pero ¿por qué no nos dijiste cuando llegaste?’, él, básicamente, quiso probar por sus medios, sin recomendación alguna de algún conocido. Todas esas cosas son parte de su personalidad, un poco más introvertido, ni siquiera quiso decir que lo había mandado algún conocido que teníamos, como refiriendo a este chico de que era un buen jugador”.
Su personalidad se reflejó en sus primeros meses de formación con Audax Italiano. José Calderón recuerda que una de las cosas que más trabajaron con Diego Valdés fue que se atreviera a pedir el balón a sus compañeros y que se sintiera un jugador importante por el que iban a pasar gran parte de las acciones ofensivas.
“Lo que a él le faltaba era pedir el balón, poder desmarcarse y ser el protagonista del equipo, que después con el tiempo lo fue logrando. O sea, en los primeros meses le costó eso, el acoplamiento con sus compañeros, que sintieran que él era un jugador importante, determinante, y que, de alguna u otra forma, él tuviera esa capacidad de pedir el balón, de exigir el balón dentro de la cancha, porque de sus pies iba a salir algo bueno, algo importante. Entonces, todas las acciones de peligro, obviamente, iban a partir de sus pies, o la gran mayoría, entonces, eso, trabajamos mucho con él, el tema de su personalidad, de atreverse a pedir el balón”.
Diego Valdés, de 'rebote' a México
El camino del Audax Italiano y Diego Valdés se separó en el mercador de transferencias del verano del 2016, cuatro años después del debut profesional del futbolista. En esas fechas, Morelia, a través del grupo de inteligencia deportiva, detectaron a Felipe Mora como una de las posibilidades de reforzarse, pero, ante las pretensiones económicas, terminaron por traer al que actualmente es el ‘10’ del América.
“Tiene ahí un poco de como de rebote, de una situación de carambola, por llamarlo de alguna manera, y el tema era que nosotros estábamos buscando un centro delantero. Nosotros estábamos viendo a un centro delantero del Audax Italiano, que habíamos visoreado por ahí. La gente de inteligencia deportiva del club, estábamos viendo a Felipe Mora. Mete goles con el pie, mete goles de cabeza, es un jugador de área, bueno, sí, y quién le sirve, quién le pone los balones a Felipe. Ya nos dimos cuenta enseguida, en ese mismo análisis, que existía un Diego Valdés detrás de él”, recuerda Roberto Hernández, quien ese momento era director deportivo de Morelia.
Roberto Hernández insistió a la directiva purépecha contratar la dupla del Audax Italiano que conformaba Felipe Mora y Diego Valdés. Sin embargo, ante las pretensiones económicas para traer al centro delantero, optaron por solo traer al segundo, además de Sebastián Vegas, otro elemento que estuvo dentro de la negociación y quien actualmente juega en Monterrey.
“Se empieza a hacer la gestión por Felipe, la cual no se da, no se da porque es un centro delantero goleador más caro, con un presupuesto más alto, y no le llegamos a fin de cuentas, pero sí se abre la posibilidad de Diego Valdés. Se hace la negociación de Diego Valdés, y pues de alguna manera, así fue, así es como se gestiona el venir de Diego Valdés a Morelia, y también ahí, dentro de ese mismo análisis del Audax Italiano, pues veo a otro jugador que se llama Sebastián Vegas, mucho más joven”.