El portero Sub-19 celeste tocó puertas en varios equipos antes de recalar en Kings League y ser llamado por Cruz Azul
Un correo electrónico en pleno mundial de la Kings League llevó al portero James Hernández del Peluche Caligari a las fuerzas básicas de Cruz Azul, en las que actualmente está en la Sub-19.
El cancerbero de 18 años de edad ha buscado por diversos clubes, como Toluca y Puebla, llegar a la Primera División, hasta que finalmente consiguió estar registrado en las filas de La Máquina.
El primer contacto entre James Hernández y Cruz Azul se dio en unas pruebas a las que acudieron varias equipos a finales del 2023, en un momento en el que el juvenil ya pensaba colgar los guantes, luego de que había sido cortado en el último filtro de unas visorías de Toluca y de que la pandemia, así como un problema médico familiar, le impidió seguir en Puebla, conjunto en el que ya se había quedado en la Sub-15, pero no fue dado de alta ante la Liga MX por llegar después del cierre de registros.
“Antes de pasar a Cruz Azul, obviamente en ese trayecto estábamos como que suspendidos, de que no sabíamos dónde íbamos. En ese tiempo, quería ser entrenador de porteros, estudiar en el ENDIT, pero no podía porque tenía 17 años y tenías que ser mayor de edad”, recuerda Miguel Hernández, papá de James Hernández, en entrevista para ESPN.
En esas pruebas, a las que además de Cruz Azul asistieron otros clubes de la Liga MX, James Hernández levantó interés de más de un equipo, pero en ese momento no hubo nada formal. Meses más tarde, salió la convocatoria para participar en la Kings League, a las que el portero se inscribió y fue seleccionado por Peluche Caligari en la cuarta ronda del Draft, equipo que dirigió Ángel Reyna.
“Ve nomás lo que es el destino, o sea, nomás hubo un portero, y todos los demás (equipos) tenían dos, y ahí Ángel Reyna le dijo, mira, yo te escogí porque lo hiciste bien en las pruebas y no quiero otro portero, yo confío en ti y vamos para adelante”, agregó.
James Hernández terminó la primera temporada de Kings League Américas como el cuarto mejor portero, luego de que registró 87 atajadas, un penal detenido, una asistencia, además de que fue el MVP de un partido.
¿Cómo llegó James Hernández a Cruz Azul?
El segundo acercamiento de Cruz Azul con James Hernández se dio de manera más formal en pleno mundial de Kings League. La Máquina, a través de un correo electrónico, invitó al portero, al que había visto en las visorías, a realizar una serie de pruebas por semanas, pero ya en las instalaciones de La Noria.
“Cuando fue el Mundial, al terminar el segundo partido, le llegó el correo de Cruz Azul, que dice ‘invitación a pruebas deportivas dice, con el gusto de saludarte, te queremos invitar al periodo de evaluación para formar parte de nuestro equipo Sub-19 nos daría mucho gusto que participaras y lograras un lugar en nuestro club’”, leyó el papá de James Hernández parte de ese mail.
Debido a la participación en el Mundial de Kings League, James Hernández respondió que no se podía presentar en la fecha que le pedían por su compromiso con el Peluche Caligari, que si lo podían esperar unos días más. Cruz Azul aceptó y el portero pudo realizar sus pruebas, que finalmente lo dejaron dentro de la 'Máquina'.
“Gracias a Kings League que hubo todo lo de la imagen que tuvo, pues sabían quién era. Kings League sirvió para que lo conociera más gente, porque ya lo conocían, en el medio futbolístico los entrenadores de porteros”, relata Miguel Hernández.
A pesar que James Hernández lleva meses en las filas de Cruz Azul, el portero de la Máquina ya puede presumir que ha sido considerado para entrenar con el primer equipo, a lado de Kevin Mier y Andrés Gudiño, quienes se han convertido en sus ídolos, incluso, por su parte, acompañado de su papá, ensaya los despejes como los hace el arquero colombiano.
“Obviamente no se deja impresionar él cuando está dentro del campo, porque él sabe que es chamba. Está contentísimo. Hasta creo que ya tiene fotos de Kevin y de Gudiño ahí. O sea, esto se lo va a llevar siempre. Sus ídolos ahorita son Kevin Mier y (Andrés) Gudiño”.
La meta de James Hernández junto con su papá es llegar a ser un portero de Primera División para poder regresar el apoyo que han recibido a lo largo de este camino, en el que incluso han tenido que vender PET para mantenerse, como lo hicieron en Puebla. Entre sus planes está poner un comedor comunitario o apoyar a alguna fundación de perros que viven en la calle, entre otras alternativas.
“James es un chico que ha trabajado mucho, se ha roto la ma… en todos los aspectos, para poder estar ahí. Se lo ha ganado, no es sorpresa. Se lo ha ganado, con lágrimas, con esfuerzo, y no hay otra. Y obviamente, si Dios quiere se den las cosas, pues ayudar a más gente ahí. Hay que ayudar a muchas personas porque, así como nosotros sufrimos hambre, sufrimos frío, hay muchas personas afuera que a lo mejor no tienen mucho de comer”, puntualizó Miguel Hernández.