El atacante argentino dejó huella en su etapa con la Máquina al sellar la última victoria en Liguilla sobre las Águilas
CIUDAD DE MÉXICO -- La última vez que Cruz Azul venció a América en Liguilla fue en las Semifinales del Invierno 1999 con Diego Latorre como héroe de la eliminatoria. El argentino, quien fue el encargado de hacer el segundo gol para el 2-1 definitivo en el global, recuerda aquella tarde en el Estadio Azteca como una de las mejores de su carrera pues, además de que la afición coreó su nombre, el futbolista recibió dos inyecciones para infiltrar zonas lesionadas y poder jugar esa llave ante las Águilas, en la que marcó el "gol soñado".
Diego Latorre solo estuvo un torneo en las filas de Cruz Azul. La adaptación a la altura de la Ciudad de México lo llevó a vivir un semestre lleno de lesiones que le impidieron tener regularidad, incluso se perdió los Cuartos de Final ante Necaxa por una luxación en el codo.
"Había tenido muchas lesiones que me habían complicado un poquito la dinámica diaria. Había empezado por algunos desgarritos, creo que la altitud, la adaptación a la altitud de la Ciudad de México me creó unas dificultades para esa adaptación porque yo no había tenido jamás algún desgarro, alguna lesión, pero bueno se fueron encadenando", recuerda Diego Latorre, quien actualmente es analista de ESPN Argentina.
"A punto de empezar la Liguilla, en la primera instancia final, vamos contra Necaxa y me saco el codo del lugar en un salto en un entrenamiento porque quiero apoyar con un compañero, cuando caigo tuve una distensión en el codo y eso me impidió jugar", recordó.
Diego Latorre, de ser infiltrado a anotar el "gol soñado"
La lesión en el codo le impidió a Diego Latorre jugar la ida de las Semifinales contra América que se celebró en el entonces llamado Estadio Azul. Tras quedar 0-0 en el primer duelo, Luis Fernando Tena lo convoca para usarlo en caso de que Cruz Azul estuviera contra las cuerdas y así fue. La Máquina perdió por expulsión a Mauro Camoranesi al 23', pero se adelantó en el marcador con tanto de Francisco Palencia al 39', aunque Braulio Luna lo empató al 43'.
Con el 1-1, marcador que favorecía a América por su posición en la tabla, Diego Latorre fue infiltrado. El argentino recibió dos inyecciones de anestesia, una en el codo y otra más en la pierna, para poder jugar aquella tarde en el Estadio Azteca, que coreaba el nombre del sudamericano.
"Todo el Azteca me estaba pidiendo, la gente del Cruz Azul me estaba pidiendo y yo estaba limitado, realmente limitado por la lesión, sabía que podía jugar unos pocos minutos, 20, 30 minutos más no, que era lo que duraba el efecto de la anestesia, entonces la gente me pedía, el partido se había complicado", sentenció.
Diego Latorre ingresó al terreno al 59' por Guadalupe Castañeda. Apenas 10 minutos después, al 69', el argentino hizo el tanto de la última vez que Cruz Azul eliminó a América en una Liguilla, gol que el ahora analista califica como el gol soñado.
"Omar Rodríguez tira al centro y yo hago un movimiento en el área como para desmarcarme dentro del área y la pelota me cayó a la cabeza. Giro el cuello para ponerle al segundo palo, [Adolfo] Ríos el arquero de América y se la cambio de palo con un cabezazo para poner el 2 a 1", narra su gol Diego Latorre.
"Épico porque yo no estaba para jugar, la gente me pide, coreó mi nombre en medio del partido y justo hago el gol. Ese gol tan significativo para el hincha de Cruz Azul y más ni menos que contra el América en el Estadio Azteca en una Semifinal, así que reunía todos los condimentos para hacer un gol soñado por mí y seguramente recordado por la gente de Cruz Azul".
Diego Latorre desea que termine el dominio de América sobre Cruz Azul
Diego Latorre, el héroe de la última vez que Cruz Azul eliminó a América en Liguilla, guarda cariño a la afición de la Máquina, por lo que desea que terminen los 25 años de dominio azulcrema en fase de eliminación directa en el futbol mexicano.
"Siempre voy a tener un sentimiento especial por la gente de Cruz Azul, por el público de Cruz Azul, por lo que he vivido y realmente han sido muy amables conmigo. Me han recibido muy bien y yo se los devolví, pero creo que se han portado exageradamente bien conmigo y ojalá que sean felices siempre".