Luego de confirmarse la compra de franquicia por parte de FC Juárez a Lobos BUAP, la directiva del nuevo equipo de Liga MX busca consolidar el naciente proyecto. Entendiendo además que el cuadro chihuahuense hereda la situación porcentual de los poblanos, los dirigentes del equipo verán ahora por reforzar al equipo para evitar los problemas del descenso.
La franquicia de Bravos es propiedad de Alejandra de la Vega, quien pasó a la historia del futbol mexicano al ser la primera presidenta de un club, cuando fungió en dicho rol para las Cobras de Ciudad Juárez, equipo que ascendió a Primera en 1988 tras conquistar la división de plata por segunda vez en tres años. Junto con su esposo, el empresario texano Paul L. Foster, son dueños de otras dos franquicias deportivas.
Por medio de la empresa MountainStar Sports Group LLC, de la cual Foster es co-propietario, el matrimonio posee a un equipo de béisbol, los El Paso Chihuahuas, equipo de ligas menores y que funge como la filial AAA de los San Diego Padres, franquicia de MLB, desde 2014. Dentro del roster actual de los Chihuahuas se encuentran los mexicanos Luis Urías y Esteban Quiroz, ambos desempeñando la posición de segunda base.
Además, por medio de la misma empresa, son dueños de El Paso Locomotive, equipo de futbol que disputa sus encuentros en la United Soccer League (USL), segunda división del futbol estadounidense. En dicho equipo participa el delantero mexico-americano Omar Salgado, quien pasó por fuerzas básicas de Chivas y luego reforzó a Tigres años después. La hermandad entre El Paso y Juárez es latente, ya que el mediocampista Josué Gómez es propiedad de Bravos pero fue prestado al Locomotive para la temporada 2019, donde actualmente se desempeña.
Con la compra de la franquicia de Lobos BUAP, la familia Foster-De La Vega suma su primer equipo en la máxima división en cualquier deporte, y su tercero en la zona binacional de Ciudad Juárez y El Paso.
Cabe destacar que gracias a su posición como funcionaria del gobierno del estado de Chihuahua, Alejandra de la Vega no podrá manejarse oficialmente como presidenta del equipo gracias a las estipulaciones de la Liga Bancomer MX, aunque sí mantiene su calidad de dueña del equipo. En su lugar, Álvaro Navarro y Rodrigo Cuarón, vicepresidentes de Bravos, serán los encargados de manejar las operaciones deportivas del club fronterizo.
El propio Álvaro Navarro aclaró que De la Vega no buscará sacar provecho político con la compra de la plaza de Primera división: “Alejandra es gran mujer y comprometida. En la mejor agenda de la región y es respetuosa. Ha sido invitada por una administración pública y no busca puesto de elección popular a partir de lo que ha pasado”.