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'Arropado' por un fan mexicano, Julio Zamora ya vive en Querétaro

MÉXICO -- Julio Zamora dejó Bolivia, donde vivía desde hace unos años, y ya reside en la ciudad de Querétaro con su esposa Sandra, su hijo Bryan, su nuera y su nieta.

El exdelantero del Cruz Azul tuvo experiencias como director técnico en su natal Argentina, así como también en Ecuador, Perú y Bolivia, donde estaba dirigiendo al Real Potosí cuando sufrió un doble infarto cerebral que lo dejó literalmente ‘en la calle’ y, al no recibir apoyo de su directiva, que se negó a pagarle los meses que restaban de contrato, la terminó demandando.

Muchas cosas, pero más que nada vicisitudes y problemas económicos ha tenido que pasar desde entonces el exjugador cruzazulino y su familia. Sin embargo, ahora ha encontrado apoyo en un mexicano, Diego Ojeda, quien le ayudó en su traslado a tierras aztecas y lo instaló en su casa, en tanto le consigue un departamento dónde residir con su familia.

Ojeda es un aficionado cementero de 36 años que trabaja en una maquiladora de plástico automotriz, el cual, a sabiendas del drama por el cual ha pasado Julio Alberto Zamora, buscó la forma de llegar a él, mediante otros seguidores de la Máquina Celeste.

Primero se dio a la tarea de hacer una ‘vaquita’ entre amigos y familiares, y logró recaudar 30 mil pesos que a la postre, sirvieron para pagar los boletos de avión del exjugador argentino, así como el de su familia, además de subsanar algunos de los gastos que han ido surgiendo en su estancia en México.

En entrevista concedida a ESPN Digital, relató Ojeda que “yo soy cruzazulino y un 80 por ciento de mi familia le va a Cruz Azul. Entre todos dimos algo para juntar el dinero que le íbamos a llevar mi primo y yo”.

Y es que “en un principio, la idea era viajar a ver a Julio a Bolivia y llevarle unas playeras de Cruz Azul para que las firmara. Las íbamos a subastar acá, pero mi primo me dijo que mejor fuéramos por él y lo trajéramos unos días de paseo, lo íbamos a apoyar, pero cuando yo le dije eso a Julio, me dijo que mejor lo ayudáramos a venirse a México”.

“Me dijo: ‘Si vienes acá, a visitarme, eres bienvenido, pero la verdad mi familia y yo queremos ir para México, queremos hacer vida allá, poner unos negocios, mi esposa hace comida, podríamos poner un negocio de hamburguesas y una pizzería”.

Luego de recordar que a Julio se le complica, por ahora, dirigir, ya que perdió la visibilidad de un ojo, narró que cuando apenas se dirigía, acompañado por su esposa, a recoger a Zamora y a su familia al aeropuerto, tuvo un fuerte accidente en el ‘segundo piso’ por el rumbo de Tacubaya, donde a punto estuvo de salir disparado en su coche al precipicio, sólo que un poco a manera de broma comentó que todavía tenía que seguir completando su buena obra con el exjugador cruzazulino: “Creo que Dios por eso me dejó aquí. Ya empecé con esto y no hay marcha atrás”.

“Ahorita andamos corriendo, buscando casa; Julio como que siente un poco de pena de estar en mi casa, pero le digo que no pasa nada. Yo salgo temprano a trabajar y ahora mi esposa está en México porque se quedó allá a raíz del accidente, me voy prácticamente todo el día, así que ellos pueden hacer sus cosas y de pronto también salen a pasear sin ningún problema”.

Asimismo, dijo que, en un principio, piensan hacer algunas dinámicas con aficionados para recaudar fondos para la familia Zamora, así como también apoyará a su hijo y su nuera para que encuentren trabajo.

“Ellos llegaron con un permiso de seis meses, pero Julio me pidió que le busque a un abogado para tramitar su estancia en México”, concluyó.

VENDIÓ TODO… Y TERMINÓ EL AGOBIO

Por su parte, un apacible Julio Zamora, quien tras meses de agobio ahora puede respirar tranquilo en la capital queretana, expresó a ESPN Digital que “ya estamos en Querétaro, la verdad muy contentos, estamos muy bien. Diego se ha portado maravillosamente bien, ya quería estar acá para agradecérselo en persona, nunca llegué a pensar que se iba a portar de esta manera”.

Luego de señalar que “mi negocio allá lo vendí, también todos los muebles de casa, el auto”, por lo que se vino con un dinero propio de Bolivia, manifestó: “La verdad que hay gente de México que se está portando de maravilla con nosotros, como Billy Álvarez, quien siempre nos está ayudando, hablamos por teléfono, nos comunicamos. Él me ayudó a pagar la cuenta de los médicos en su momento, siempre está con nosotros, pero él no nos trajo a México, nos trajo Diego Ojeda y espero que podamos hacer una vida feliz acá”, concluyó.