El 29 de agosto de 2019, Diego Rolan llegó a México sin saber en qué equipo iba a jugar en la siguiente temporada. En el aeropuerto de la CDMX, una grupo de reporteros lo esperaba para preguntarle si iba a jugar con el América y el uruguayo contestó: “no sé”. El sudamericano firmó con los Bravos de Juárez, buscando minutos de juego que lo ayuden a regresar a España y ganarse una nueva convocatoria con la selección de su país.
“En ese momento venía para ver las cosas, analizar las opciones y se cerró lo de Juárez”, comentó Rolan a ESPN Digital. “América era una buena oportunidad. Ahora estoy acá, estoy concentrado en Juárez”, comentó el uruguayo.
La posibilidad de jugar en las Águilas se abrió porque se lesionó el chileno Nicolás Castillo. La directiva buscaba a un atacante a préstamo y preguntó por Diego Rolan, “hubo contacto con el América y mi empresario, pero por las circunstancias no se concreto”, explicó el corpulento atacante de los Bravos de Juárez.
Rolán cambió una ciudad, La Coruña, que reportó siete homicidios en 2018, por una, Ciudad Juárez, que cerró el año con 100 en el mismo año.
“Obviamente hubo esa preocupación, como en todos lados la inseguridad está. Hay que saber dónde estar y no meterse en problemas, no me ha tocado ningún mal trago”, comentó el uruguayo.
En un mes, el uruguayo ha jugado 100 minutos con los Bravos de Juárez, la tercera parte de los que jugó en toda la temporada con el Alavés el año pasado. Su objetivo es regresar a Europa y tener otra oportunidad con la selección de su país.
“Vine a Juárez por todo. Por ir a la selección, para volver a Europa, para estar en forma, para poder jugar, para volver a estar cerca del gol”.