La Asamblea General de la LigaMX no fue lo tersa que dijo su presidente, Enrique Bonilla, ni mucho menos se resolvió “en un mensaje de unión y por unanimidad”, ya que la votación de los dueños de Primera División terminó 8 a 7, a favor de la iniciativa de eliminar ascenso y descenso.
En la sala de videoconferencias de la Federación Mexicana de Futbol ocurrió lo que podría llamarse “un empate técnico”, ya que a tres multipropiedades sólo les permitieron un voto, mientras que al Grupo Azteca le dieron derecho a dos votos para que Morelia y Puebla se sumaran al grupo de los que finalmente eliminaron la Liga de Ascenso para transformarla en una Liga de Desarrollo.
Los ocho votos que pusieron fin al ascenso automático fueron: Atlas y Santos (1 voto), Querétaro y Xolos (1 voto), América, Toluca, Morelia y Puebla, a los que se sumaron FC Juárez (equipo que no ganó el ascenso, sino que compró la franquicia de Lobos) y extrañamente, contra la propia ética del club español que es socio mayoritario, también se sumó Atlético de San Luis. Total: 8 votos.
En el caso de Morelia, Grupo Azteca es propietario al 100 por ciento de la franquicia, mientras que en el caso del Puebla el Grupo tiene una especie de intervención gerencial para garantizar unos pagos anticipados por derechos de televisión, pero como ante la Federación tiene el certificado de afiliación Manuel Jiménez, se les permitió votar independientemente, no como multipropiedad.
Lo que resultó extraño para todos los presentes fue el viraje de San Luis. Apenas el 27 de febrero pasado, Miguel Angel Gil, consejero delegado del Atlético de Madrid y de su filial en México (Atlético de San Luis) había dicho en el marco del Sports Summit 2020 sobre el modelo mexicano sin descenso.
“Pensando en un punto de vista egoísta, el no tener el riesgo, potencializa el valor de las franquicias. Te da seguridad, no vives con la pistola en la sien. A nosotros no nos entra (la decisión), porque no es nuestra cultura el que no haya un premio y un castigo vinculado a lo deportivo... En esa cultura nos hemos criado”.
Sin embargo, la directiva en del equipo en México optó por otorgar su voto a la desaparición del ascenso.
Los equipos que querían otras soluciones diferentes a convertir la Liga de Ascenso en una Liga de Desarrollo, matando de un golpe el ascenso y descenso automáticos, fueron: Pachuca y León (1 voto), Monterrey, Tigres, Chivas, Necaxa, Cruz Azul y Pumas; es decir, tres de los cuatro grandes de México, además de los dos de Monterrey y los integrantes del Grupo Pachuca.
La tal “unanimidad” de que habló Bonilla fue un acuerdo político que daría a conocer en su comunicado, pero ni remotamente corresponde a lo que en realidad pasó.
Cuatro días antes, la propia Liga de Ascenso había sido atada de manos cuando les anunciaron que la empresa certificadora Ernest&Young había rechazado la viabilidad financiera de los 12 clubes porque “todos tenían pérdidas”, según les han dicho a algunos dueños por separado.
Ese día, la sorpresiva invitación a votar para transformar el Ascenso MX para llegar a la Primera División, en una Liga de Desarrollo tuvo como votación un triunfo de 7-5 en favor de Bonilla, que era el impulsor de la medida. Los votos a favor fueron de Zacatepec, Celaya, Cafetaleros, Oaxaca, Dorados, Tampico Madero y Atlante. Y en contra votaron: UdeG, Venados, Mineros, Correcaminos y Cimarrones.
Al día siguiente, martes 14, se volvió a votar para integrar dicha votación a un acuerdo de asamblea que sería protocolizado como oficial para hacérselo llegar a los dueños de la Primera División en la asamblea de hoy. Ese martes, la votación fue de 8-4, sumándose Cimarrones al grupo de los que aceptó terminar con el ascenso deportivo.
Dos días después, el presidente de los Leones Negros, Alberto Castellanos, hizo pública una dura carta al presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Yon de Luisa, en la denuncia un madruguete no muy decoroso de la Liga de Ascenso: “Resulta lamentable la forma en que se toman las decisiones en nuestro futbol. Lo que ocurrió el pasado lunes, fue un albazo, una imposición”.
Agregó: “Fuimos convocados a una reunión de trabajo, sin conocer el orden del día, y a pregunta expresa la respuesta recibida fue: que no podían decir para que no se fuera a filtrar”.
Luego los citaron para el martes y ese día “fue solo para ratificar la imposición”, no para dialogar.
Luego lanza dos preguntas: “¿Cuál es la prisa para quitar el ascenso? ¿Qué está sucediendo? Que alguien nos explique porqué, a pesar de todo lo que hemos hecho, no es posible competir para ascender deportivamente”.
Recuerda que la UdeG estuvo hace cinco años en primera división, fue parte de la selecta Liga MX, y durante el tiempo que estuvo cumplió siempre todas sus obligaciones con los empleados, con el SAT y con el IMSS, y por eso no entiende porqué ahora le dicen que no está certificado.
En el mismo sentido se expresó el presidente de Correcaminos, Miguel Manzur, cuya estructura cuenta con 400 empleos directos, con 60 entrenadores y todos los requisitos que pide el cuaderno de cargos.
Igual el presidente deportivo de Oaxaca, Juan Carlos Jones dijo que “de los 39 puntos que nos exigieron para la certificación, cumplimos con los 39”.
A ninguno de los afiliados les ha explico Ernest&Young por qué no cumplen los requisitos de certificación.
Y aunque Castellanos habla de una imposición en la junta del lunes pasado, Enrique Bonilla vio otro panorama al afirmar ayer: “La Asamblea de ASCENSO MX, a través de la votación de sus integrantes, instruyó a esta Presidencia que buscará la aprobación de la LIGA MX, porque su apoyo es parte fundamental para el desarrollo de dicho proyecto”,
Desaparecer el ascenso, no es un hecho malo, como creen algunos equipos de Liga de Ascenso. Bonilla cree que la Liga MX entró a salvar a los equipos de la Liga de Plata.
“El rescate de los Clubes de la División de Ascenso en problemas financieros bajo el marco del Proyecto de Estabilización, que busca que la LIGA MX y la actual División de ASCENSO, consoliden proyectos estables que den certidumbre a los inversionistas de las dos Divisiones contando con bases sólidas, tanto deportivas como administrativas, financieras y de infraestructura”, dijo Bonilla.
#Nota
— #LigaBBVAMX #TuCasaTuCancha (@LigaBBVAMX) April 17, 2020
Mensaje del Presidente Ejecutivo de la LIGA MX:
➡️https://t.co/B2l1fd5Bhi pic.twitter.com/BCg7RC9pnX
Y así, sin unanimidad, con una votación cerrada y que crea divisiones, se le dio la estocada final al ascenso automático y deportivo.
A los 12 equipos les darán 60 millones de pesos para que cumplan sus obligaciones laborales (cinco millones a cada uno) en lo que resta del torneo que ya terminó. Y si se afilian a la liga de desarrollo les darán 20 millones de pesos anuales a cada uno (para que tengan nóminas pequeñas de 1 millón 666 mil pesos mensuales).
En total, la benefactora Federación Mexicana de Futbol entregará 240 millones de pesos a los 12 resignados clubes que sigan, para que contraten jóvenes mexicanos y extranjeros menores de 23 años. ¿De dónde saldrá ese dinero? De las multas que aplicarán (al no haber descenso) a los últimos tres equipos de la tabla de cocientes, quienes actualmente ostentan: Atlas pagaría ahora 120 millones, el penúltimo lugar pagaría 70 millones y el antepenúltimo 50 millones de pesos.