La pandemia de coronavirus marcará un antes y un después en el fútbol de Guatemala, toda vez que sus efectos todavía no alcanzan a calcularse y los expertos creen que el balompié ya no será el mismo desde el pasado 16 de marzó, día en el que el balón dejó de rodar.
Es uno de los golpes fuertes que recibe el fútbol del país, pero no es el único. Guatemala apenas se recupera de una suspensión y de una crisis administrativa, tras un escándalo de corrupción.
Además, en los últimos diez años han existido flagelos que no han permitido que el deporte más seguido en el país se desarrolle. A continuación los repasamos:
Amaño de partidos
El 23 de octubre del 2012 el Comité Disciplinario de la FIFA decidió extender a nivel mundial la disposición de la Federación Nacional de Fútbol de Guatemala de suspender de por vida a Guillermo Ramírez Ortega, Gustavo Adolfo Cabrera y Yony Wilson Flores por ‘su participación en el arreglo de partidos’.
Según la publicación de la FIFA, los entonces jugadores de la Selección Nacional arreglaron los partidos: Municipal vs Santos (19 de octubre del 2010), Guatemala vs Venezuela (1 de junio del 2011) y Costa Rica vs Guatemala (25 de mayo del 2012).
Desaparición de equipos
Le débil estructura organizacional y la poca regulación han permitido que, al menos, seis equipos hayan desaparecido por problemas económicos. La mala gestión, intereses espurios y la nula atención de las autoridades hacen posible este flagelo que hace ver muy mal al balompié nacional.
Algunos equipos que desaparecieron por insolvencia en los últimos años: Deportivo Jalapa (2011), Xinabajul (2012), Juventud Retalteca (2012), Deportivo Coatepeque (2015), Deportivo Zacapa (2017) y Rosario FC (2018).
Dopaje
En la última década se han registrado más de 20 casos de dopaje en el fútbol guatemalteco. Entre los escándalos más sonados resaltan el positivo de Fredy Thompson, Adolfo Machado y Marvin Ceballos (Boldenona) en el 2011, cuando militaban con Comunicaciones. También, los casos de los jugadores rojos Kevin Santamaría, Marco Tulio Ciani, Marvin Tomás Ávila y Sergio Trujillo (Dimetil), en el 2015.
El último caso registrado fue protagonizado por José Manuel Contreras, quien dio positivo por clostebol en el Torneo Clausura 2019, cuando militaba con Antigua GFC, campeón de ese certamen.
Racismo
El racismo también ha sido un tema recurrente. Recién en septiembre del 2018, el centrocampista guatemalteco Marvin Ávila fue víctima de insultos racistas durante el partido que Siquinalá disputó ante Malacateco, en el estadio Santa Lucía, de Malacatán, San Marcos. El jugador hizo que se detuviera el juego al minuto 69, cansado de la situación.
En el 2013, Milton Omar Núñez, el popular “Tyson”, se sacó la camisola en pleno partido de la Universidad de San Carlos ante Heredia, en Morales, Izabal, como protesta a los insultos que llegaban desde la tribuna.
Violencia
La violencia en los escenarios deportivos ha estado presente en el fútbol guatemalteco. Un hecho que marcó un antes y un después fue la muerte de un aficionado de Comunicaciones, luego que una turba de aficionados de Municipal lo agrediera a inmediaciones del estadio del Trébol, en la antesala al Clásico 278, en abril del 2014. Tras ese hecho se prohibió el ingreso de afición visitante y se prohibió el ingreso a las llamadas “porras”, disposiciones que siguen vigentes.
Otro hecho lamentable se produjo en el 2013 en el Estadio Mario Camposeco, de Quetzaltenango, cuando aficionados de Xelajú MC agredieron a los futbolistas Bryan Ordoñez, José Manuel Contreras y Dwight Pezzarossi (Comunicaciones) en la cancha.
Corrupción
El llamado FIFA Gate, un escándalo de corrupción que sacudió a la FIFA en el 2015, también involucró a dos miembros del Comité Ejecutivo de la Federación Nacional de Fútbol de Guatemala.
Brayan Jiménez (presidente) y Héctor Trujillo (secretario) fueron condenados por la justicia estadounidense, después de ser acusados de recibir sobornos de empresas deportivas a cambio de otorgarles los derechos de retransmisión y marketing de partidos de fútbol de la Selección Nacional.
Suspensión FIFA
Tras el escándalo de corrupción, FIFA y Concacaf nombraron una Comisión Normalizadora que debía, entre otras cosas, realizar el proceso eleccionario de nuevas autoridades para la Fedefut.
Sin embargo, en el 2016, un grupo de 34 asambleístas desafió a la Comisión y FIFA decidió suspender al fútbol de Guatemala, impidiéndole tener participación internacional. El balompié estuvo aislado hasta 2018.