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En Pumas, que la hormona no le gane a la neurona

ESPN Digital

Cuestiones y decisiones que se tendrán que tomar en Pumas que, para volver a acaparar reflectores

Luego de disputar la final hace 6 meses ante León, a los Pumas de la UNAM no les alcanzó este semestre siquiera para jugar la reclasificación del Guardianes 2021. Pero como en todo en la vida, "el árbol no debe tapar el bosque".

Más allá de la derrota ante América en la Jornada 17, que significó la eliminación matemática del certamen, los "Felinos" se quedaron sin Liguilla por lo hecho y no hecho en los 16 partidos previos de la fase regular. Hoy hay voces que etiquetan como fracaso el torneo de Pumas, pero antes de llegar a esa conclusión, hay que analizar a fondo todas las causas y después determinadas consecuencias.

Comienzo con el desarmado de la plantilla. Para este 2021, Pumas se desprendió de los jugadores: Alejandro Mayorga, Andrés Iniestra y sobretodo del goleador Carlos González, piezas fundamentales en el segundo lugar (32 puntos) del Guardianes 2020.

El subliderato y posterior final no son (ni deberían ser) objetivos alcanzables y reales cada seis meses. Guste o no, esta escuadra no está entre las mejores 5-7 del futbol mexicano. Eso sí, ante el bondadoso sistema de competencia donde 12 de 18 pueden ser campeones, Pumas debe luchar por estar siempre entre los primeros 8.

En su lugar regresaron algunos canteranos cedidos y como contratación extranjera llegó el delantero panameño Gabriel Torres, que jugó muy poco y solo pudo anotar un gol en el torneo para los del Pedregal.

Los números hablan por sí solos al ser la peor ofensiva de la liga con tan solo 10 goles marcados, que nos da un promedio de un tanto marcado cada 153 minutos de juego.

Aunado a esto las bajas de juego de Juan Dinenno, Facundo Waller, Nicolás Freire y Juan Vigón, terminaron por dilapidar las opciones de Liguilla en Ciudad Universitaria.

Hay que recordar también de donde viene este equipo, que en julio de 2020 se quedó sin DT tras la abrupta salida de Michel González y la presentación como "bombero" apaga fuegos de Andrés Lillini, quien trabaja en las Fuerzas Básicas.

Rescato sin duda el compromiso entre director técnico y plantel, que a pesar de no encontrar los resultados deseados, siempre mostró disposición para respaldar a Lillini en varios casos como su padre putativo.

El pasado lunes el presidente de Pumas, Leopoldo Silva, confirmó la continuidad de Andrés como DT para la próxima campaña, noticia estupenda teniendo en cuenta las fricciones que han habido entre el directivo Jesús Ramírez y el estratega argentino.

De esta forma, la neurona le gana la carrera a la hormona y Pumas, con cabeza fría, no se precipita con la bilis a la hora de tomar decisiones importantes. Primer paso dado y, sobretodo, paso bien dado.

Ahora viene la otra parte, reforzar realmente al equipo para pelear Liguilla en el segundo semestre del 2021. Posiciones puntuales a tener en cuenta: lateral izquierda, defensa central (si sale Johan Vázquez), medio de contención, extremos y un delantero que acompañe a Dinenno.

No necesariamente se requiere del gran presupuesto para fichar bien, sino que le pregunten a Puebla y Querétaro, que con planteles modestos se colaron con mucho mérito a Liguilla y repesca, respectivamente.

Si se quedan o se van Facundo Waller y Nico Freire, si son aprovechables todavía Favio Álvarez y Juan Iturbe ¿qué hacer con Torres y Julio González? Por poner un ejemplo. Cuestiones y decisiones que se tendrán que tomar en Pumas que, para volver a acaparar reflectores en Liga MX, deberá, hoy más que nunca, usar la neurona…antes que la hormona.