El técnico aseguró que los tiempos no fueron perfectos y fue su último partido con los Rayos.
Andrés Lillini, director técnico de Necaxa, reconoció que, ante Toluca, fue el último juego al frente de los Rayos, pero aseguró, sin temor, que no tiene nada con la Selección Mexicana, puesto que desde el Tricolor le pidieron esperar, por lo que aún no ha firmado su contrato en la nueva estructura del equipo nacional.
“Fue mi último partido en Necaxa. Hace ya un tiempo que la directiva no se había puesto de acuerdo con esta posibilidad de la selección. Va a ser mi último partido porque tenía que trabajar en el nuevo armado”, dijo Lillini en primera instancia.
“Los tiempos no fueron perfectos, de selección me dijeron que tengo que esperar, todavía no hay nada. Me despido de Necaxa, pero no tengo ninguna comunicación de selección”, agregó el argentino sin titubear.
De igual forma, expresó su sentir sobre el trabajo que realizó con los hidrocálidos e hizo una autoevaluación de lo que fueron estos seis meses con el conjunto de los Rayos y agradeció a su cuerpo técnico por el esfuerzo que pusieron.
“Seguramente hay cosas que no hicimos bien, uno internamente siento dolor y tristeza por no devolver la confianza en uno. Seguimos defendiendo esto de darles posibilidades a los jugadores del club cuando hay iguales condiciones”.
“Nos faltó encontrarle la vuelta como a mí, Andrés Lillini, a meterle más personalidad y fuego sagrado que el entrenador tiene que empujar. El cuerpo técnico que tengo ha estado a la altura de circunstancias porque gracias a ellos hemos avanzado muchísimo y hemos sacado jugo a los jugadores. Esa fue la despedida al gran esfuerzo que han hecho siempre”, sostuvo.
Finalmente, expresó lo que le puede dar y entregar a la Selección Mexicana, además de qué es lo que se debe hacer para que las divisiones inferiores del Tricolor tengan éxito y se refleje en la selección mayor.
“Primero es que nadie tiene que ser copiado al extranjero. No copiar métodos de ningún lado. El jugador mexicano tiene su propia personalidad y hacerles creer que son buenos jugadores. Tener una identidad propia. El mexicano sale a competir a Europa y siempre son destacados. En el último Mundial, seis de los 25 hicieron el proceso”.
“Tenemos que hacerlos a todos para que en conjunto con los clubes tenga identidad. México no necesita copiarle a nadie nada. Necesita identidad propia”, finalizó.