David Beckham, Ícono del fútbol mundial, leyenda del marketing deportivo y celebridad del deporte y la moda, supo construir una carrera que fue mucho más allá de la cancha. Pero hay un capítulo especial que merece repasarse en esta fecha redonda: su vínculo con el fútbol argentino. Un lazo lleno de tensión, respeto, admiración y hasta amor.
De la roja con Simeone al respeto por Messi
El primer recuerdo inevitable nos remonta al Mundial de Francia 1998. Octavos de final. Inglaterra y Argentina empatan 2-2 en un partidazo que terminaría con la clasificación albiceleste por penales. En ese duelo, el mediocampista inglés fue expulsado por una patada a Diego Simeone que quedaría marcada a fuego en su historia. Fue el villano de Inglaterra por años.
Años más tarde, Beckham reconocería su error. El propio Simeone contó que la jugada fue parte del juego. "No fue nada, sólo una reacción. Yo hubiera hecho lo mismo", dijo el Cholo, ya desde su rol de entrenador.
Con Aldo Duscher también compartió uno de los momentos más duros de su carrera: el argentino lo fracturó en un duelo entre Manchester United y Deportivo La Coruña en 2002, justo antes del Mundial de Corea-Japón 2002. Y con Lionel Scaloni, hoy entrenador de la Selección Argentina, compartió cancha en varios duelos de Premier League y La Liga, con respeto mutuo.
Compañeros con historia: de Verón a Lavezzi
Pero más allá de esos cruces, Beckham también construyó fuertes lazos con varios argentinos con los que compartió vestuario. En el Manchester United fue compañero de Juan Sebastián Verón, hoy presidente de Estudiantes de la Plta, con quien coincidió en una etapa donde los Red Devils combinaban talento y títulos.
En el Real Madrid, formó parte de la era de los Galácticos, donde compartió equipo con Esteban Cambiasso, Santiago Solari, Walter Samuel, Fernando Gago, Gonzalo Higuaín y Javier Saviola. Su respeto por la escuela argentina era evidente. Y en Estados Unidos, durante su etapa en LA Galaxy, coincidió con Eduardo Domínguez, actual técnico de Estudiantes.
Ya en el tramo final de su carrera, en el Paris Saint-Germain, fue parte del mismo plantel que Javier Pastore y Ezequiel Lavezzi. Beckham llegó como figura global y se integró con humildad a un vestuario lleno de sudamericanos, ganándose el cariño de todos.
De Maradona a Messi, una conexión en el tiempo
Beckham y Diego Maradona tuvieron una conexión. Si bien no llegaron a enfrentarse nunca, hubo simpatía entre ambos. Beckham siempre mostró admiración por Pelusa. En más de una entrevista, lo nombró como uno de sus ídolos de infancia y lo incluyó en su once ideal de todos los tiempos.
Maradona siempre fue algo pícaro con Beckham: "Es un gran jugador, pero no una estrella mundial. Es un pena que sea inglés", dijo alguna vez, además de ironizar "Es tan guapo, que parece una mujer".
Sin embargo, con el tiempo, Maradona aceptó más al mediocampista británico. Y la relación mejoró. "Es un gentlemen", confesó Diego. Cuando falleció el Diez, Beckham hizo un posteo emotivo: "Un día triste para Argentina y un día triste para el fútbol mientras celebramos la grandeza de lo que este hombre nos dio. Alguien que jugaba con pasión, espíritu y era nada menos que un genio puro. Estaba tan emocionado de conocer a Diego y todos lo extrañaremos. Descansa en paz".
En los últimos años, Beckham profundizó su conexión con Argentina de la mano de Lionel Messi. Como dueño del Inter Miami, logró lo impensado: convencer al mejor jugador del mundo de mudarse a la MLS. Lo hizo con visión, carisma y una propuesta que trascendía lo económico.
"Es un sueño tener a Messi en nuestro equipo. Es más de lo que imaginamos", dijo Beckham emocionado. En redes sociales, en conferencias y en entrevistas, su devoción por Leo quedó clara.