Desde su debut en la Major League Soccer, el LAFC ha sido un equipo competitivo con triunfos inmediatos que desvelaron sus intenciones de jugar un futbol fluido y entretenido, además de ganar partidos. Después, en 2019, el club firmó la temporada récord que lo llevó a ganar el Supporters Shield.
Esta temporada, sin embargo, ha sido de adversidades. Los rivales han descubierto formas de frenar la fluidez de posesión del equipo angelino, se han presentado lesiones en jugadores clave como Carlos Vela y Eduard Atuesta y un año atípico, con una pandemia global y disturbios sociales que han cambiado la rutina diaria.
"No estamos satisfechos con la forma en que van las cosas", dijo Bradley. "Este año ha sido de altibajos, seguimos intentando crecer como equipo. Hemos tenido algunos partidos realmente buenos, pero también hemos tenido momentos de errores o momentos en los que la intensidad no era lo suficientemente alta, que nos han hecho daño".
Antes de enfrentar a Real Salt Lake, este miércoles, el técnico habló de la lucha que su equipo ha sobrellevado en esta temporada en el tema táctico.
“Cuando miras todo lo que sucedió en las dos primeras temporadas, creo que claramente establecimos algunas buenas ideas sobre cómo queremos jugar. Hay muchos días en los que podemos salir al campo e impulsar el juego y ser realmente un equipo peligroso, marcar goles ”, dijo Bradley.
“Pero también debemos entender que en algunos juegos si no eres tan agudo como de costumbre o si algunos juegos son más una batalla por balones sueltos o balones largos según las tácticas del oponente, debemos ser capaces de lidiar con diferentes tipos de juegos y encontrar las formas de mantener las cosas que hacemos bien, pero adaptarnos un poco a algunas de las situaciones, algunas de las batallas físicas. Ésas son las cosas que creo que debemos hacer para seguir avanzando hacia un nivel superior".
En el otro plano, están las situaciones fuera del campo, como la pandemia de coronavirus y el movimiento Black Lives Matter que afectan "el lado mental de todos los jugadores" en un mundo muy diferente al que era hace unos meses.
“Siempre tratamos de encontrar el tono adecuado, las palabras adecuadas. Trabajamos muy duro en eso y estamos tratando de mantener a todos positivos y muy comprometidos ", dijo Bradley. “Hablamos un poco sobre la fuerza, no solo individual, sino colectiva, la capacidad de ayudarse unos a otros.
“Una cosa que noto es que, con todo lo que sucede, de alguna manera los jugadores, incluso en el campo, están en su propia pequeña burbuja, su propio pequeño mundo. Obviamente, para ser un buen equipo, todo el mundo tiene que estar en la misma página y tiene que haber una fuerza colectiva. Ésas son algunas de las cosas en las que hemos intentado ayudar al grupo".