DOHA (Enviado especial) -- El clima y sus particularidades ha sido uno de los puntos más conflictivos de la Copa del Mundo más controversial de todos los tiempos. Mucho se ha barruntado acerca de cómo podían influir la temperatura y la humedad en el desarrollo del Mundial. La península arábiga es una de las zonas más hostiles del planeta en ese sentido y por tal motivo incluso se tuvo que modificar una tradición centenaria y se cambió la fecha del campeonato por primera vez en la historia. Ahora, a minutos del inicio del certamen, el asunto todavía se discute.
En los meses de junio y julio "no se puede salir a la calle", repiten los habitantes de Doha que no nacieron aquí. La temperatura alcanza los 50 grados y el sol se hace insoportable. Realizar el evento en esos meses es inviable. Por eso cuando se le otorgó la sede a este país de Medio Oriente el traslado al invierno boreal era la única opción.
De todos modos, el calor aún importuna en esta época. Desde que comenzaron a llegar los planteles a la capital qatarí, todos los días fueron de sol pleno, sin rastros de nubes ni lluvia. Así continuará las primeras jornadas de la competencia. Amanece cerca de las 6 AM y el atardecer es antes de las 5 PM. Por la mañana, el mercurio llega a los 34 o 35 grados, mientras que por la noche no baja de los 25. Es decir, que incluso en estas fechas será una Copa ardiente.
En este contexto, los horarios de entrenamiento y la exigencia a la que se someterán los futbolistas en plena temporada está en discusión. Antes del Mundial, FIFPRO advirtió que los participantes enfrentan un mayor riesgo de lesiones y estrés debido a lo apretado del calendario. Tiempo antes, había alertado sobre las dificultades de jugar en estas condiciones climáticas.
Ya todas las delegaciones han arribado a Doha, donde cada una tiene asignado un centro de entrenamiento donde trabajará durante todo el torneo. Algunos están ubicados a pocos metros de distancia. Por ejemplo, en la Universidad de Qatar practican Argentina, España, Países Bajos y Suiza, solo separadas por algunas vallas y carreteras. El estado de los campos de juego es impecable y los tiempos de traslado entre estadios y campamentos base son mínimos, algo que es una ventaja en la preparación, pero el calor compensa esa virtud.
El primer horario de partido es a las 13 horas, cuando el sol calienta más que nunca. El segundo es a las 16, casi en el anochecer. Los otros dos encuentros de cada jornada comenzará ya entrada la noche. Está claro que los equipos que jueguen a primer turno tendrán más desgaste que el resto, ya que el aire acondicionado de los estadios alivia mucho más a los espectadores que a los propios jugadores.
Más allá de los encuentros, la otra preocupación de los cuerpos técnicos son los entrenamientos. A pesar de que la mayoría prefiere trabajar por la tarde, ya hubo algunas sesiones por la mañana. Países Bajos y España lo hicieron esta semana. La Roja de Luis Enrique realizó una especie de experimento para adaptarse a las nuevas condiciones. Es que en Europa ya empezó a enfriar el invierno. Por ejemplo, Inglaterra cambió los 9 grados de St. George's Park por los más de 30 de Al Wakrah.
Gales decidió hacer lo contrario que España. Tenía programado trabajar al mediodía, pero finalmente lo hizo por la tarde. El fixture se lo permite, ya que sus primeros dos partidos serán por la noche. "Es algo a lo que tenemos que acostumbrarnos, sentirlo y entenderlo, pero es duro. Es un ambiente muy diferente para nosotros. Queremos acostumbrarnos y disfrutarlo. Me gusta jugar con sol y eso, en casa, no ocurre muy a menudo", dijo el inglés Conor Coady y resumió un pensamiento de sus colegas, aunque César Azpilicueta bromeó al respecto: "un poquito de solcito y calor no está mal, vengo de Londres así que no me voy a quejar".
Según la FIFPro, lo recomendable es que con una temperatura de entre 28 y 32 grados se realicen pausas de hidratación en ambos tiempos, a los 30 minutos de cada uno. Además, si se superan los 32 grados, debería reprogramarse el partido o la práctica. Estas sugerencias no son cumplidas por la FIFA, que aplica las pausas de hidratación solo si hay más de 32 grados.
Los entrenadores han optado por realizar entrenamientos livianos, sobre aquellos programados por la mañana. La prensa puede presenciar los primeros minutos, pero la mayor parte de la sesión transcurre en el mismo sentido: rondos, algunas pasadas a ritmo medio, ejercicios con balón y poca intensidad. Por ejemplo, en Países Bajos, solo siete minutos después del comienzo, los jugadores se hidrataron antes de continuar.
El pronóstico indica que con el correr de los días llegará un halago climático, pero jamás el termómetro bajará de los 28 o 29 grados durante el día. Además, por la noche la humedad aparece y también se hace un poco agobiante, sobre todo para los hinchas que ya han empezado a colmar las calles de Doha. El único momento de alivio será en los partidos, ya que los estadios cuentan con un sofisticado sistema de aire acondicionado.