Muy bien marcado, impreciso y ¿con una lesión preocupante?: así fue el partido de Neymar contra Serbia

LUSAIL – Su imagen en el banco de suplentes, con la cabeza cubierta por su camiseta y hielo en su tobillo derecho resultó más potente que el resto de su opaca participación. Neymar debió dejar la cancha en la victoria de Brasil por 2-0 frente a Serbia, en el debut del Mundial de Qatar 2022.

Era al que todos fueron a ver. Y lógicamente su presencia no pasa nunca inadvertida. Arribó a la cancha con su cadenita en la boca y sus llamativos auriculares dorados. Entró al vestuario a puro baile.

Fue el último en aparecer en la entrada en calor. Tocó el césped, rezó y recibió una gran ovación. Agradeció el apoyo de la plata con aplausos y los puños cerrados en señal de “fuerza”.

Con la mira entre ceja y ceja, pateó al arco vacío antes de comenzar el precalentamiento. En pleno “loco”, hizo lo mismo: quedó una pelota suelta y no dudó en meterla dentro del arco. A la hora de calentar el pie, clavó un derechazo cruzado a la red, otro desviado, un tiro libre al travesaño y el último se lo sacó Ederson.

Como era de esperar, se produjo un estallido entre las 88 mil personas cuando la voz del estadio anunció al segundo goleador histórico de Brasil (75, a dos tantos de Pelé).

Fiel a su costumbre, fue el último de la fila en ingresar al campo. Choque de palmas, saludo individual con Alisson, Lucas Paquetá, Marquinhos y el resto. Abrazo grupal cerca de la mitad de la cancha, toque de pelota de Richarlison y a jugar.

PERDIÓ UNA Y OTRA VEZ EN EL PRIMER TIEMPO

A los 19 segundos ya le hicieron sentir el rigor con un topetazo y a los 5 minutos, Strahinja Pavlovic le cometió una falta y terminó amonestado.

Se dio una situación curiosa a los 8: Sasa Lukic lo presionó sobre un lateral y se le salió un pedazo de la camiseta. ¿Qué hizo Ney? Se la sacó toda y se la volvió a poner. Un minuto después, descargó de lujo para Casemiro, fue a buscar al área, recibió del actual mediocampista de Manchester United e intentó sacarse hombres de encima, pero no pudo prosperar.

Hubo un solo momento en el que fue reprobado: cuando le tocó ejecutar un córner desde la izquierda, donde se concentraba una gran cantidad de hinchas serbios. En ese tiro de esquina probó el gol olímpico y al repetirse, pateó a las manos del arquero.

Lukic volvió a marcarlo con rudeza y el delantero de PSG se revolcó por el piso. Su respuesta fue a tratar de encarar, pero perdió con Andrija Zivkovic y luego lo anticipó Nicolas Milenkovic. Al no poder entrar, probó desde afuera. Sin embargo, su tiro rebotó en Milos Veljkovic.

Tampoco pudo con Dusan Tadic: cuando intentó pasarlo, perdió la pelota. Se animó también con un caño y el otro 10 lo forzó a terminar en el suelo.

Milenkovic interceptó lo que se encaminaba a convertirse en una asistencia sutil y luego perdió el duelo con Nemanja Gudelj. A los 43 de juego quedó evidenciado cómo lo incomodó el conjunto de Dragan Stojkovic cuando tuvo que librarse de tres rivales para tocar con Raphinha. En la última de la primera mitad, encaró con pelota dominada desde su campo y abrió mal para la derecha.

LLEGARON LOS GOLES, PERO FALTÓ LA MAGIA DE NEY

Para el inicio del complemento, excedió el límite su gusto por entrar último. Se puso la camiseta dentro del campo y se ató el botín cuando ya se jugaban 15 segundos. Pocos segundos después, Raphinha desperdició un mano a mano y Neymar le exigió el pase al costado.

A los 3', cuando encaraba con peligro hacia el área del equipo europeo, Gudelj lo barrió y se transformó en el 2° amonestado por culpa del 10 brasileño. El tiro libre, ideal para la pegada del hombre de PSG, rebotó en la barrera y se fue al córner.

En una ráfaga, casi consigue abrir el marcador. Primero se tiró de palomita y no llegó tras un centro de Vinicius Junior por izquierda y en la jugada siguiente, logró conectar de zurda, pero lo hizo de mala manera y la pelota se fue muy desviada.