"Fue la atajada del Mundial", decía Luis Suárez, el mejor goleador de todos los tiempos de la Selección Uruguaya, cuando una mano suya el 2 de julio de 2010, en el minuto 120, evitó un gol sobre la línea, provocó un penalti, que no se convirtió, y salvó a su equipo de caer ante Ghana en los cuartos de final de Sudáfrica 2010; el mismo rival al que se miden este viernes el equipo celeste y el goleador, que, 12 años después, se enfrenta a su vigencia, indudable en las eliminatorias, cuando surgió en otra situación límite.
Suplente en el último compromiso contra Portugal (Diego Alonso eligió a Edinson Cavani y Darwin Núñez para el ataque titular, luego dio entrada a Suárez y Maxi Gómez en el minuto 72, con la coincidencia de la mejoría de su conjunto, con una oportunidad para cada uno), el '9' tomó la palabra tras la derrota que expone a su selección al borde de la eliminación, que dependerá invariablemente de si es capaz de vencer a Ghana en la última jornada, aunque la variable incluye también la duda de cuántos goles necesitará si Corea gana a Portugal.
En ese filo, a tanta presión, se mueven Uruguay y Luis Suárez, ante su cuarto y último Mundial, ante la leyenda de ser el mejor goleador también de la historia de la celeste en esta competición (sigue a un gol de Óscar Miguez, porque no ha marcado aún en Qatar 2022), ante la dependencia y la necesidad que tiene su selección de sus goles y de los de sus compañeros, porque nadie ha marcado ningún tanto. Ni Darwin Núñez ni Cavani ni Maxi Gómez ni Fede Valverde ni él, tan productivo siempre para su conjunto.
En el cambio generacional que implica la edad de los más expertos (los 35 años de Luis Suárez, Cavani y Cáceres y los 36 de Diego Godín y Fernando Muslera), Suárez se sostiene entre todo lo que le dio a Uruguay y su irrebatible instinto goleador, demostrado a lo largo de toda su carrera pero también en las eliminatorias sudamericanas para la Copa del Mundo, cuando su conjunto estaba al borde de un desastre irremediable y cuando él fue el máximo artillero en esos cuatro duelos.
Luis Suárez fue el goleador de la 'final' contra Paraguay (0-1) en el minuto 50, para relanzar a un equipo que había tocado fondo, recompuesto desde entonces para tomar la ruta a Qatar 2022, reencontrada definitivamente con el 4-1 a Venezuela (con otra diana del '9') y el 1-0 a Perú en el estadio Centenario de Montevideo para terminar la fase en la tercera plaza, sólo superada por Brasil y Argentina, con el 0-2 a Chile, con otro gol suyo.
El delantero, campeón con Nacional antes del Mundial, tras marcar la historia del Barcelona o del Atlético de Madrid, después de jugar en el Liverpool y el Ajax, fue uno de los únicos seis futbolistas que jugaron como titulares cada uno de los últimos cuatro partidos de las eliminatorias hacia el Mundial 2022 a las órdenes de Diego Alonso, junto al portero Sergio Rochet, el titular por delante de Fernando Muslera; Diego Godín, Ronald Araujo, Fede Valverde y Rodrigo Bentancur.
Son 68 goles de Suárez, más que nadie con la celeste, en 135 partidos, de los que ganó 65, empató 40, perdió 30, incluyó un título de la Copa América, en 2011 en Argentina, y la participación en cuatro Copas del Mundo: la cuarta posición en Sudáfrica 2010, los octavos de final de Brasil 2014, los cuartos de Rusia 2018 y, por ahora, la fase de grupos de 2022, si sus goles no lo solucionan a última hora, en el choque del viernes en el estadio Al Janoub, cuyo diseño futurista, a 22 kilómetros al sur de Doha, en Al Wakrah, acoge ahora a Uruguay, hoy por hoy contra las cuerdas.
CUANDO ABRIÓ EL MARCADOR, URUGUAY NO PERDIÓ
Aunque la dimensión de Luis Suárez va más allá, sus goles han sido decisivos tantas veces para su selección que es la referencia más expresiva de su impacto en estos 14 años, desde su debut como internacional el 7 de febrero de 2007 ante Colombia.
Sus tantos fueron definitivos en 27 partidos para el conjunto celeste, para 13 triunfos y 14 empates; abrieron el marcador en 24 encuentros, de los que jamás perdió uno su equipo (19 victorias y cinco igualadas, aunque este último resultado no es válido en Qatar 2022 para avanzar a octavos); y fue el único goleador uruguayo en 17 choques, de los que su conjunto se impuso en diez, empató en cinco y cayó en dos ocasiones.
Es el valor del '9', que ha logrado un 'triplete' con Uruguay e incluso cuatro goles en un choque, el 4-0 que anotó entre los minutos 41 y 73 a Chile en el estadio Centenario de Montevideo, el 11 de noviembre de 2011. También una decena de 'dobletes'. Y ha repartido sus goles a lo largo de 53 encuentros diferentes, con lo que eso supone para la selección. Lo necesita de nuevo: otro gol, el octavo con su firma en los Mundiales, en quince presencias.
El resto se reparten entre las eliminatorias suramericanas (29 goles en 62 duelos), los amistosos (23 dianas en 39 choques), las Copas América (siete en quince partidos) y la Copa Confederaciones (dos en cinco lances). "Ahora toca estar juntos como grupo y no buscar mas excusas. Confíen en nosotros que vamos a dejar todo", anunció el '9', que jamás enlazo tres partidos, como ahora, sin marcar un gol en la Copa del Mundo.