Uruguay venció a Ghana este viernes por la tercera jornada del Grupo H de la Copa del Mundo de Qatar 2022, pero el triunfo de Corea del Sur frente a Portugal lo dejó eliminado por diferencia de goles. Una de las novedades en el equipo fue el ingreso de Giorgian De Arrascaeta, quien no había estado desde el vamos en los encuentros anteriores.
El mediocampista se ganó su lugar tras los buenos minutos que había mostrado en la caída ante Portugal, cuando la Celeste fue a buscar un encuentro adverso y generó varias chances de gol en los últimos 20 minutos de partido.
Contra Ghana, el 10 de Uruguay confirmó y fue la figura del equipo, haciendo jugar y sacándole esa responsabilidad a Federico Valverde y Rodrigo Bentancur (que salió lesionado sobre el final del complemento). La clave del encuentro estuvo en la movilidad que presentó junto a Darwin Núñez por todo el frente de ataque y armando un 4-4-2 a la hora de defender, cubriendo la banda izquierda y alternando con el artiguense en ofensiva. Eso hizo que los defensores ghaneses no pudieran fijar sus marcas y que el volante asistiera en más de una ocasión al delantero, mientras Suárez jugó más como un "9" clásico, esperando su chance y luchando con los zagueros africanos.
Además de su pizca de lucidez en ofensiva, De Arrascaeta no se despegó de sus responsabilidades defensivas y tuvo premio: los dos goles del encuentro, que mostraron esa posición dinámica que lo encontró definiendo como un delantero en el primer gol, aprovechando un rebote que dio el golero ghanés tras un remate de Suárez, y el segundo más acostumbrado a lo que nos tiene en Flamengo: volea de aire fuerte, inatajable y a cobrar. Uruguay se ilusionaba.
Sin embargo, a la urgencia de Ghana que lo fue a buscar en el complemento porque se despedía de Qatar (necesitaba un empate), Diego Alonso movió el banco en el segundo tiempo y le dio ingreso a varios futbolistas para recuperar piernas en el medio. A los 80', Giorgian fue sustituido por Agustín Canobbio para manejar el encuentro y administrar el tiempo que quedaba, pero Uruguay se encontró con la noticia del gol del triunfo de Corea frente a Portugal y el volante del Flamengo no lo podía creer desde el banco. Más, incluso, cuando la Celeste tuvo un tiro libre cerca del arco africano sobre el final que podría haber significado la clasificación.