Si había un jugador del que la afición uruguaya esperaba que tuviera un rendimiento notorio durante la Copa del Mundo de Qatar 2022, ese era Federico Valverde. Sin embargo, el puesto que tuvo que ocupar en el sistema de la Celeste, y el magro rendimiento que tuvo la Selección Uruguaya durante buena parte de sus partidos, no le permitieron lucirse.
Los antecedentes con los que llegaba Valverde al Mundial no podían ser mejores. Con ocho goles convertidos en esta temporada con el Real Madrid, -la mayoría, auténticos golazos- el “Halcón” era la gran esperanza uruguaya para Qatar 2022, más aún considerando la avanzada edad de los referentes como Diego Godín, Edinson Cavani y Luis Suárez. Estandarte de la nueva generación de talento uruguayo junto a Rodrigo Bentancur, Ronald Araújo y Darwin Núñez, Valverde sufrió de no encontrar su juego en el Mundial.
Intentando encontrar explicaciones para ello, podríamos decir que la principal dificultad de Valverde para encontrarse con su mejor versión fue su lugar en la cancha dentro del equipo uruguayo. Acostumbrado a jugar en distintos puestos en la franja media, pero habitualmente utilizado como extremo por derecha en el Real Madrid por Carlo Ancelotti, en la Selección Uruguaya, en cambio, su lugar pasó por el centro del campo, como interior, pero con mucha responsabilidad defensiva. En ese sentido, a Valverde le costó pisar el área con pelota dominada, y solo pudo ensayar un puñado de remates lejanos, que en el equipo Merengue ha ejecutado con tanta precisión. Ante Corea del Sur, reventó el ángulo con un furibundo tiro desde lejos a poco del final, y contra Ghana sacó otro latigazo de primera que fue bien rechazado por el arquero.
Si hay algo que no puede reprochársele a Valverde fue su despliegue y entrega al colectivo. El jugador terminó extenuado en el primer y tercer partido del Grupo H, una muestra clara de que lo había dado todo, y también, de que todavía estaba disconforme con lo que había conseguido y quería ir por más.
Pero en una Selección Uruguaya donde durante dos partidos la producción ofensiva careció de esa chispa necesaria para cambiar los desarrollos de los encuentros y animarse a ser el protagonista, Valverde no pudo dejar su marca en el rol atacante, aunque siempre actuó de buena manera como el balance del equipo.
Contra Ghana, seguramente, se vio su mejor versión en la construcción de las jugadas de ataque, asociándose por banda derecha con Facundo Pellistri y presionando alto en la salida del rival, ayudando a que Uruguay luciera la mejor de las versiones que mostró en esta Copa del Mundo. Su aporte fue importante ya que Uruguay sacó dos goles de ventaja en el marcador y no llegó a pasar zozobras para quedarse con los tres puntos, sino que el nerviosismo llegó sobre el final cuando la noticia del segundo gol de Corea del Sur ante Portugal cayó como un baldazo de agua helada.
De cualquier manera, con la eliminación uruguaya consumada, lo cierto es que Fede Valverde no pudo brillar como todos sabemos que puede hacerlo en el mayor escenario mundial del fútbol, en la primera vez suya en esta competición. La especulación sobre los motivos que llevaron a esto puede ser muy larga, pero la única certeza es que conociendo el carácter competitivo del “Halcón”, será el más decepcionado con no haber podido hacer de este “su” Uruguay durante Qatar 2022.