Graham Arnold, seleccionador de Australia, se mostró orgulloso de sus jugadores, reclamó más financiación a las autoridades de su país para el fútbol y ensalzó a Lionel Messi y a Diego Armando Maradona: "Argentina debe sentirse orgullosa de tener este calibre".
"Messi es increíble. Uno de los mejores de la historia y hemos hecho un esfuerzo ingente por neutralizarlo sabiendo lo gran jugador que es. Tuve el privilegio de jugar con Diego Armando Maradona y como técnico ante Messi, y Argentina debe sentirse orgullosa de tener jugadores de este calibre", destacó Arnold.
El entrenador de Australia aún no sabe si continuará en el cargo. "No he pensado en mi futuro. El contrato se acaba, pero solo pienso en las vacaciones. Hemos trabajado por alcanzar todo esto, Juegos Olímpicos, Mundial. No lo he pensado y tengo que hablar con la Federación", desveló el preparador, que pidió a las autoridades de su país financiación para dar un impulso al fútbol australiano.
"Nos enfrentamos a un gran equipo, Messi, la Albiceleste. Tuvimos grandes ocasiones y no pudimos aprovecharlas. En el fútbol australiano tenemos un gran futuro y mucho apoyo. Un gran interés en nuestro país y para tener expectativas necesitamos más fondos del gobierno del país. Que nos dé un hogar para nuestro fútbol, necesitamos una sede, unas instalaciones. Que nos financie para el desarrollo del fútbol en el país", insistió.
Arnold realzó el esfuerzo de sus futbolistas, aunque lamentó las ocasiones que desaprovechó su equipo al final.
"No puedo estar más orgulloso de mis jugadores por todo lo que han dado a toda la nación australiana. Ha sido un trayecto de cuatro años. Estamos un poco tristes porque pudimos alcanzar un poquito más, pero confío en que el país esté orgulloso como yo porque han hecho un gran trabajo. Buscábamos que Australia se sintiera seguida y eso se ha conseguido", explicó.
"Hemos tenido éxito, pero aún así siento que hemos fracasado esta noche. Me moría de ganas de ganar por el fútbol, por el país. No me conformaba con esto, quería más. Soy así", insistió.
"Los jugadores están defraudados porque no siempre se juega con el tercer mejor equipo del mundo y rivales de talla mundial. Antes de que se castiguen les he dicho que estoy orgulloso de su trabajo. Antes de venir todos decían que éramos el peor equipo. Eso ya no se va a repetir. Llegar a octavos por primera vez desde 2006 es algo increíble con un plantel tan joven", concluyó el seleccionador australiano.