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Marruecos, la fuerza "de los locales" y un CR7 que se retiró de la Copa del Mundo llorando

La Portugal de Cristiano Ronaldo fue eliminada por Marruecos. AP Photo

Ni la cenicienta de la Copa del Mundo, ni un equipo aguerrido que llegó a una instancia histórica basándose en la fortuna: Marruecos es una espectacular realidad. El primer puesto en el Grupo F (invicto) y sus victorias ante Bélgica y Portugal no fueron de casualidad. Los dirigidos por Walid Regragui celebran la primera clasificación de un equipo africano a semifinales con una interesante propuesta futbolística. El DT fue claro en conferencia de prensa: “Todo el continente está feliz por nosotros. Somos el Rocky Balboa del Mundial, tenemos su espíritu” sentenció a la hora de hablar de su equipo y las cualidades para estar entre los cuatro mejores del planeta. “Esto no es un milagro, es trabajo” tituló.

En la previa del partido de cuartos de final, dos noticias alarmaban a los espectadores: primero el presente de CR7 (suplente) y segundo el imponente apoyo para Marruecos. La seguridad se vio obligada a cerrar las puertas del acceso al estadio 20 minutos antes del arranque del duelo, por la gran cantidad de fanáticos que intentaban ingresar sin tickets. Caos total, en medio de una fiesta. La favorita en la casa de apuestas era la Selección de Fernando Santos, más allá de la incógnita total por Cristiano Ronaldo, no sólo por su titularidad o no: por su nivel en el campo de juego. Bruno Fernandes, Pepe, Joao Félix y un encendido Gonçalo Ramos, quien venía de marcar tres goles ante Suiza en los octavos, ilusionaban al pueblo luso.

Al Thumama se colmó y el escenario tenía un claro favorito, pero en las gradas. Cuando Marruecos atacaba o controlaba el balón, desde la tribuna bajaba un imponente “SÍ, SÍ, SÍ” que era ensordecedor. En la platea de prensa, imposible dialogar, al punto de no escuchar al compañero de al lado. Cuando la tenía Portugal, aparecían unos silbidos que molestaban y mucho: esto se vio reflejado en el campo, sumando imprecisiones y dudas en la creación del juego. Finalmente, el “SÍ” fue más que el “SIU”.

Bono fue el gran protagonista y el MVP de la histórica clasificación de Marruecos a semifinales en Qatar. Y por lejos, el más ovacionado en la previa y obviamente también en el festejo final. Amargó a Joao Félix en varias oportunidades, le dijo que NO a CR7 en el segundo tiempo y hasta soportó un durísimo topetazo de Bruno Fernandes que asustó a todos los presentes. Un arquerazo de equipo grande.

¿La tranquilidad en la salida será la gran clave del éxito? Bono, El Yamiq, Hakimi, Azzedine Ounahi y y el fantástico Ziyech se cansaron de combinar por la banda para generar un peligro que terminó siendo letal para Portugal. Sin apurarse y hasta con lujos de por medio.

Cristiano Ronaldo se sacó la pechera y calentó en tiempo récord para ingresar a los 5 minutos del segundo tiempo, buscando ser el héroe que supo ser en incontable cantidad de veces. El portugués ingresó tan encendido que en 15 segundos agarró la pelota, se jugó la individual y terminó tirando un centro que fue desactivado por un Bono imposible de sorprender. El tiempo pasaba, los silbidos se agigantaban porque Portugal se adueñaba de la pelota y las situaciones seguían siendo para el equipo de Fernando Santos. Bruno Fernandes seguía de malas y la pelota se iba por arriba del travesaño. El joven Joao Félix ya no sabía qué más hacer para vencer al arquero de Sevilla. A los 36 del segundo tiempo, un gesto de capitán y de experimentado: CR7 les pidió a sus compañeros que se tranquilicen y les aclaró que todavía faltaba mucho tiempo por jugar. Pepe se sumó al pedido, en medio de una euforia que comenzaba a jugar en contra. Nerviosismo, imprecisiones, final del partido y final del sueño mundialista del crack que disputó la Copa del Mundo en medio de una insólita guerra contra el Manchester United. ¿La probable última imagen de Cristiano Ronaldo en una cita máxima? Entre lágrimas, con desazón y mucha bronca por una eliminación que no estaba en los planes. Como tampoco la pérdida de protagonismo en un equipo que buscó un líder y goleador en todo momento. Para peor: al retirarse, un fanático invadió el campo de juego y el seguridad, por querer actuar rápido, terminó chocándolo a las apuradas. Un adiós accidentado y triste para uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol.

Marruecos ganó y no sólo en la cancha. El seleccionado árabe juega con un aliento ensordecedor y una presión inigualable, pero no es lo único que tiene bajo la manga. Sus estrellas regulares y su entrega en el campo de juego dejan un claro mensaje: nada es casualidad. Uno de los mejores jugadores del 1-0 vs. Portugal fue Azzedine Ounahi. El joven de 22 años, actualmente en Angers y no por mucho tiempo, dio una clase de fútbol en el mediocampo. Ahora sí algunos fanáticos lo podrán conocer en profundidad, como por ejemplo Luis Enrique, para dejar de ser el “8 de Marruecos” y pasar a ser una de las estrellas de la Selección que dio el gran golpe en Qatar 2022. Y que va por más.