DOHA — Ha sido un Mundial parteaguas. Tuvo la Final más emotiva y brillante de la historia de las Copas del Mundo. Tuvo exaltaciones, confirmaciones, revelaciones, fracasos estruendosos, retiros dolorosos. El mejor torneo para la afición y para los equipos. Una organización ejemplar. Estadios fastuosos y funcionales.
Así será: para las Copas del Mundo de futbol: un antes y un después de Qatar.
1.- El desenlace entre Argentina y Francia, fue espectacular. Cierto, lo marcó, como a tantas otras finales, pésimas decisiones arbitrales. Pero los futbolistas le enderezaron el rumbo, a puro futbol y compromiso, hasta llevarlo a la tanda de penaltis. Sin duda, la mejor Final en la historia de los Mundiales, por su drama, su calidad futbolística, la intensidad en la cancha, y la emotividad constante en el juego.
2.- Fue el Mundial de la exaltación para Lionel Messi. Era urgente y necesario que en su última Copa del Mundo, pudiera levantar la copa y besarla. Lo consiguió, convirtiéndose finalmente, en el jugador determinante de su selección, especialmente en una Final, cuando había decepcionado en otras.
3.- La confirmación de Kylian Mbappé como el futbolista que acaparará los reflectores los próximos años. Llamado además a ser el caudillo de esa poderosa generación joven que murió, también de inexperiencia ante Argentina.
4.- Marruecos llenó los corazones y los ojos de la afición en todo el mundo. Un equipo que insospechadamente saldría a la cancha a dejar en el camino a candidatos a ganar la Copa del Mundo. Bélgica, Portugal, España, e incluso, como propina, al mejor de la Concacaf, Canadá. Sólo sucumbe ante Francia y Croacia, en la disputa del tercer lugar, tras un 0-0 en fase de grupos.
5.- Las decepciones. España a la cabeza, con ese uso y abuso del toque y la posesión, pero Marruecos lo elimina, y le cuesta el puesto a Luis Enrique. Al mismo nivel aparece Brasil y termina superado por Croacia, ante la eterna promesa de Neymar. Y les sigue Alemania, que no encuentra el camino tras repetidas eliminaciones en fase de grupos, al ocurrirle en 2018 y nuevamente en Qatar.
6.- Más allá del adiós de Messi de copas del mundo, se agrega la rendición de Cristiano Ronaldo, con una selección de Portugal, dotada de notables jugadores, pero que cae de rodillas ante la voluntariosa Marruecos. Se va CR7 con una actuación discreta, destinado a la banca, y ese sinsabor de si Fernando Santos protegió al grupo para coindenarlo a él.
7.- La afición agradece el esfuerzo qatarí. Todos los estadios en una sola región, Hubo quienes pudieron ver más de 20 partidos de la Copa del Mundo, gracias a los medios de transporte eficientes, y que toda la acción tenía lugar prácticamente en Doha y sus suburbios, lo que evitaba traslados costosos y constantes.
8.- Igual ocurrió con los equipos. Sin necesidad de viajes largos, extenuantes y constantes, podían trabajar mejor y descansar a sus jugadores con fatiga o lesionados. De la oficina, de la cancha, a la casa. Eso ayudó a que los entrenadores dispusieran de más tiempo de trabajo. Recuérdese que en 2026, sin determinarse aún el formato, con más simpatías al de 16 grupos de tres equipos, ese Mundial de Norteamérica intenta que ninguna selección repita en una misma ciudad, obligando a equipos y aficionados, a viajes constantes y costosos.
9.- Estadios removibles, estadios para la historia y además funcionales. Cercanos a la trasportación necesaria y además gratuita. Sólo podía recriminársele, en el caso de los medios, la inestabilidad de su internet.
10.- Los avances tecnológicos en los servicios a aficionados y medios, marcaron un rumbo. El proceso de identificación con la Hayya Card, es sin duda un ejemplo de referencia para próximas competencias. En el caso de la prensa, los boletos se imprimían de manera directa, sin grandes filas ni demora, además de que la conexión a la traducción en conferencias de prensa, era a través de una aplicación.
11.- La atención a personas con capacidades especiales. Servicios personalizados, ayuda constante, además de sitios de privilegio en los estadios, y también intercesión para acercarlos a convivir con los atletas.
12.- Aunque la selección de voluntarios es más parte de la estrategia de FIFA, este proceso de selección fue perfeccionado, con personas mejor preparadas y mejor estimuladas, para una tarea que puede llegar a ser desgastante. Por ejemplo, en las estaciones del metro o en la calle, en paradas de autobuses, siempre atentos y dispuestos.
13.- La gente de Qatar. Demostró una calidad humana impresionante como anfitriona. Lo hacía en la calle, en los comercios, en los metros, en los autobuses, donde fuera necesario, sin distingo alguno de raza, credo, religión o idioma, además de un ejemplo en la cultura de higiene y sanidad.
Lo deplorable de la Copa del Mundo Qatar 2022 escapa a todos los organizadores. Algunos arbitrajes muy deficientes, y con irregularidad en el recurso del VAR.
Por otro lado, se marcó la nueva orden de la FIFA: los partidos duran oficialmente 90 minutos, pero bien pueden durar 100 minutos o más, con la intención de dar más minutos de actividad al aficionado.
Así, menudo reto deja este Mundial de Qatar a los herederos: Estados Unidos, México y Canadá.
Por cierto, la mancha en los organizadores es que por primera vez, un anfitrión de una Copa del Mundo, no entrega la estafeta al siguiente organizador, y ni siquiera le abrió un espacio durante la competencia, para que promoviera la cita del 2026.