Jorge Carrascal entró para el complemento del partido de Colombia ante Venezuela por la primera fecha de Eliminatoria. Marcó diferencia pese a que tuvo poco entrenamiento.
Una conexión compleja de vuelos desde Rusia aplazó su titularidad con la Selección. El técnico conoce a fondo la funcionalidad que aporta a los demás con su evolución táctica. De extremo o mediapunta, hay desequilibrio.
Fue el último en llegar a Barranquilla con los prácticas de grupo completo cumplidas. El viaje fue agotador pero no desgastó su talento. El 4-3-3 del inicio dejó una versión floja sin la chispa que prometió después de la pasada fecha FIFA en Europa.
Néstor Lorenzo lo notó. Ajustó el ataque en el mediocampo. Más cerca del 4-5-1 puso a Carrascal detrás del nueve en reemplazo de Juan Guillermo Cuadrado. Los extremos se abrieron, hubo más pases cercanos y y facilitó la idea.
La primera pelota que tocó devolvió las sensaciones de identidad. Amplitud por la derecha con Jhon Arias, centro al punto penal y frentazo de gol de Rafael Borré. Igual al que hizo ante los alemanes a través de la conexión Juan Guillermo Cuadrado y Luis Díaz.
El atacante de Liverpool se benefició con él. Se movió más fácil, alternó su banda con Déiver Machado. Subió su nivel.
Medio tiempo fue suficiente. En el final compartió con James más en las bandas, pues el 10 fue de mediapunta.
Tendrá más tiempo para entrenar. El segundo partido contra Chile en Santiago obliga a más previsiones en el mediocampo. Más roce que técnica. Igual, estará listo para aportar. En el Metropolitano lo confirmó con su rol en la victoria 1-0.