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Personalidad, jerarquía y mucho fútbol: Argentina se paseó por La Paz

Personalidad, jerarquía y fútbol, mucho fútbol. La Selección Argentina afrontó la siempre temida altura de La Paz siendo fiel a su estilo, manteniendo el ADN que la llevó a la cima del mundo y se quedó con los tres puntos tras golear por 3-0 a Bolivia. Sin Lionel Messi, que no es poca cosa.

El equipo de Lionel Scaloni, un talismán en las visitas a Bolivia por las Eliminatorias Sudamericanas, salió a jugar con la misma soltura de los últimos tiempos. Con Alexis Mac Allister y Enzo Fernández reproduciéndose en cada sector de la cancha, la conducción de Rodrigo De Paul, un Julián Álvarez voraz a la hora de la presión y un Ángel Di María imparable en cada arranque. Vale la repetición: sin el 10, su capitán y emblema, que acompañó al plantel y ni siquiera formó parte de las variantes del entrenador.

La Albiceleste demostró hambre desde los primeros minutos. Aferrado a la tenencia, siempre con opciones de pase, con mucha gente en ataque. Nicolás Otamendi lo tuvo de cabeza, De Paul probó desde afuera y Enzo avisó a los 11' con un bombazo que después del manotazo de Guillermo Viscarra pegó en el travesaño.

La tónica en esa primera mitad no se modificó. Julián lo apuró a Adriano Jusino y exigió al arquero. Los de Gustavo Costas fueron inofensivos: apenas los remates de Víctor Abrego y Luciano Ursino que Dibu Martínez atrapó sin inconvenientes.

La apertura del marcador, a la media hora de juego, fue un fiel reflejo del estilo del campeón del mundo: De Paul manejó el ataque, Julian abrió a la derecha para Di Maria y el picante buscapié de Fideo encontró a Enzo Fernández, en su aparición como centrodelantero.

Cinco minutos después, Roberto Fernández dejó con uno menos a la Verde por un planchazo a Cuti Romero. Y si Argentina ya contaba con espacios para desplegar su juego, 10 vs. 11 se intensificó la ventaja.

A los 42, se amplió la diferencia. Di María ejecutó un tiro libre y un llamativamente solitario Nicolás Tagliafico la metió en el ángulo. ¿Con la cabeza? ¿Con el hombro? Lo cierto es que se transformó en el 2-0 de unos 45 minutos soñados.

Ya en el complemento, con un triunfo cómodo, el equipo pudo plantarse y regular. Recuperar aire. Generarse aún más espacios para alguna contra que liquide el pleito. De Paul y Enzo Fernández insistieron desde afuera y encontraron bien parado a Viscarra. Julián sacudió el poste con un derechazo. Di María también estuvo cerca de anotarse con un tiro rasante desde afuera.

Hasta que a siete del final, Fideo cambió de frente de derecha a izquierda y fueron tres futbolistas de celeste y blanco a cercar a uno de verde. Presionó Julián, el ingresado Exequiel Palacios limpió la jugada y Nico Gonzalez sacó un zurdazo para el 3-0 definitivo.

Después de la victoria por 1-0 sobre Ecuador en el debut del Monumental, Argentina volvió a sumar tres puntos en su camino al Mundial de Canadá, México y Estados Unidos 2026. Y así como naturalizó la ausencia de Messi, volvió a festejar en la altura de La Paz, como había hecho en el 2-1 del 13 de octubre de 2020, con tantos de Lautaro Martínez y Joaquín Correa.

Argentina tuvo corazón, categoría, despliegue y fútbol, mucho fútbol. Otra exhibición de la Scaloneta. Otro partido para la historia.