Emiliano Martínez, arquero de la Selección Argentina, reveló que para él no había "otro fin" que ganarle a Francia en el Mundial de Qatar 2022 y aclaró que, de haberla perdido, no habría podido volver a jugar por meses para hacer el duelo.
Dibu, quien se ganó el puesto en la Copa América 2021 y no formó parte de la Generación Dorada que perdió tres finales con la camiseta albiceste, detalló en las entrevistas especiales de la TV Pública "Llave a la Eternidad", sobre la definición de la Copa mundial: “Yo sabía que iba a estar a la altura, pensaba en cómo volvíamos. Alegres, tristes... Yo no pensaba volver triste. No tenía otro fin. Muchos jugadores han jugado apefue nas terminó el Mundial y yo no hubiera sido capaz por el dolor que hubiera sentido. A la hora de ganar, podría haber ido a jugar al otro día, pero obviamente había que celebrar con la gente, era lo más lindo y lo que más estábamos esperando con los chicos. Si hubiera perdido, no hubiera sido capaz de volver por dos o tres meses. Era un duelo. Era como perder a alguien”.
“Fue el partido que más disfruté porque los chicos estaban con confianza, no dejaban espacios, ellos habían hecho dos cambios, no sabían qué hacer, tiraban la pelota afuera. Al ver a los chicos con tanta confianza, dije ‘este partido lo ganamos’”.
El carismático guardavalla soprendió al contar cómo fue la previa al encuentro decisivo contra Francia: “La noche anterior pude dormir bien, duermo bárbaro antes de los partidos. Y dormí tres horas de siesta el día de la final. Me comí un sandwichito de jamón y queso con mate con mate. Esa fue mi merienda antes de una final”.
Con respecto a su atajada que sostuvo el empate 3-3, en el mano a mano con Kolo Muani, Dibu precisó: “Ota (Nicolás Otamendi) había cabeceado y quedó fuera de posición, le pegó el central para arriba y no me precipité, nunca me sorprendió porque estaba esperando el error de Ota. No me puse nervioso a la hora del tiro, fui acomodando adonde yo quería que vaya. Después, te puede pegar o no. A la hora de achicarme y hacerme grande, creo que hice todo bien”.
“No pensé nada, fue levantarme rápido por una posible segunda jugada. Salimos jugando y me arrodillé después de la chance de Lautaro (Martínez) porque por dentro quería que cabeceara cruzado como quiso hacer, pero se le fue afuera. Les dije a los chicos que hubiera estado más feliz si la ganábamos ahí que en los penales. Porque Lautaro venía sin meter goles y que nos diera el Mundial en ese minuto me hubiera puesto más orgulloso por él”.
EL VESTUARIO TRAS LA DERROTA EN EL DEBUT
Siendo una de las grandes candidatas a llevarse al título, Argentina sufrió una sorpresiva derrota al caer por 2-1 ante Arabia Saudita en el debut de la fase de grupos.
“Entré al vestuario, me saqué los guantes, me senté y agaché la cabeza como todo el mundo. Lo que más recuerdo es el silencio de dos minutos en el vestuario después del partido. Se escuchaban las canilleras o botines, nadie habló. Tomamos consciencia de que algo malo habíamos hecho. Yo no podía creer que me pasara eso en el debut de mi primer Mundial. Que me lleguen dos veces y me metan dos goles. Fue horrible, muy feo. En el entrenamiento capaz había sacado 55 pelotas y en el partido no pude sacar las únicas dos que me patearon. Te vas con un sabor muy ingrato por no poder ayudar al equipo, que jugó también y necesitó de mí. Siempre me pongo esa presión. Me tomo el deber de ser un padre atrás de ellos y que ante cualquier error voy a estar atrás para ayudarlos”.
SU ADMIRACIÓN POR LIONEL MESSI
“Él representa lo que es un argentino. Familiero, da todo por sus hijos y su mujer. Ama el fútbol, da todo en la cancha. El ejemplo a seguir es Messi, siendo el más famoso del mundo probablemente. Que ame a su familia y cuide tanto a sus hijos como lo hace él, es un orgullo. Yo lo sigo mucho en ese aspecto. Es el primer y único jugador en la historia en completar el fútbol. Termina la carrera como un ídolo no solo como jugador sino como persona. Estas cosas no se las digo, porque las sabe. Sabe lo que lo aprecio y lo defiendo adentro de una cancha”.