James Rodríguez fue titular en el empate 2-2 de Colombia frente a Uruguay por la tercera fecha de la Eliminatoria y anotó un gol. Los hinchas reconocieron su nivel con aplausos.
Está en paz con el estadio que lo silbó después de la derrota contra Perú en 2022. Con su juego, de impacto positivo en esta Selección de correcciones urgentes en defensa, con la pelota, siempre segura en su pie izquierdo. Consigo mismo...
Fue capitán. Se tiró al piso al borde la roja en una acción dividida con Nicolás De La Cruz. Reclamó, clarificó el juego y fue el mejor del equipo. Aprovechó la cercanía de Jhon Arias y Matheus Uribe para combinar por el interior. El balón siempre a él.
Hizo el primer gol a los 35 minutos. Pisó el área para llegar a tiempo al centro de Santiago Arias. El control con derecha y definición de zurda le salió natural. 1-0 con festejo eufórico de frente a la tribuna con ovación: "Olé, olé, olé, olé, James, James..."
Con pelota quieta generó peligro. En la última jugada del primer tiempo lanzó un centro al segundo palo cabeceado por Rafael Borré, despejado por el portero Santiago Mele.
En la segunda parte asumió más control del partido. Tuvo un remate al palo, le dio un pase ideal a Jhon Arias que terminó en el travesaño. Un deja vu del James 2015.
En sus 80 minutos dio 41 pases buenos de 48, siete en campo rival; recuperó seis veces el balón, remató cuatro veces y marcó un gol, el número 27 con la tricolor.
Salió aplaudido, aunque inconforme por el empate de los uruguayos en el final.
“Yo quería ganar hoy, independientemente si hacía gol o no. Me encanta ganar, tenemos que aprender de todo esto, el martes hay un partido duro en Quito y tenemos que ir a sacar los tres puntos allá", dijo.
Un día volvió. Que se mantenga.