Kendry Páez fue la figura de Ecuador en el triunfo 2-1 sobre Bolivia, y Moisés Caicedo sigue erigiéndose como el jugador más importante en la Tricolor en estas Eliminatorias Sudamericanas. Los más jóvenes de la Tricolor apuntalaron la victoria y los tres puntos que se llevaron a casa.
Hubo buenas noticias en la selección pese a lo agónico de la victoria: el regreso en gran forma de Piero Hincapié y el gran desempeño de Jhoaner Chávez, quien reemplazó al lesionado Pervis Estupiñán.
Pero, la titularidad del arquero Moisés Ramírez llamó la atención más aún porque no la justificó. Errores e inseguridades que contagió a sus defensas.
El análisis del rendimiento de los jugadores de Ecuador ante Bolivia.
Moisés Ramírez: Sorprendió su presencia en el rol titular. Bolivia no realizó ningún remate en el primer tiempo por lo que no pasó apremios. En el segundo, cuando el rival remató de media distancia o cuando se acercó a su portería, dudó mucho. La Tri sufió entre el minuto 50 y el 85.
Félix Torres: En el primer tiempo tuvo un mayor despliegue físico porque la Selección no jugó con un lateral por derecha definido. Siempre listo y solvente para la marca y el anticipo, aunque en el segundo tiempo tuvo más tarea por resolver.
William Pacho: Jugó como zaguero central, en reemplazo de Robert Arboleda. Bien, sin apremios, pero él se siente mejor como zaguero por izquierda. En el gol de Bolivia le permitió maniobrar a Ramallo.
Piero Hincapié: Un gran retorno a la Selección del defensa por izquierda. Ya no queda huella de la lesión que le dejó sin jugar por tres meses en su club y las dos primeras fechas de las eliminatorias.
Jhoanner Chávez: Cumplió con el reto de cubrir con solvenza la banda izquierda ante la lesión de Pervis Estupiñán. Gran derroche físico para proyectarse a la ofensiva. Tuvo un remate y realizó dos centros para Enner Valencia que estuvieron cerca de transformarse en gol.
Moisés Caicedo: Siempre referente, siempre a la altura. Corre, marca, encara, recupera. Pelea por la posesión del balón sin mirar contra quien. Hizo la asistencia de los dos goles que convirtió Ecuador para sumar 3 puntos
Joao Ortiz: Se ha convertido en un jugador comodín de sus entrenadores. Es volante central, pero en su club, IDV juga de defensa. En la alineación ante Bolivia, saltó como lateral por derecha, pero corrió en el centro del campo junto a Moisés Caicedo. Cumplidor del libreto táctico en la posición que le designen.
Kendry Páez: La figura y no solo por el gol. Por su forma de jugar, por su carrera durante los 78 minutos que estuvo en la cancha. Jugó como carrilero por derecha, definió de izquierda, corrió en zona defensiva, y en ofensiva, parece ser un goleador de oficio y es apenas un adolescente de 16 años.
José Cifuentes: Sin trascender, algo perdido en el rol que le asignaron porque los puestos no estuvieron bien definidos en el centro del campo.
Jordy Caicedo. Con más entusiasmo que juego efectivo. Le faltó 'timing' en varias jugadas, se notó el poco tiempo de trabajo porque no participó de ninguna jugada colectiva con resultado óptimo. Es un delantero del que se esperan los goles.
Enner Valencia. Siempre peleando, dos remates fallidos a puerta, pero al final se le miró con la frustración a flor de piel, pues parecía que se escapaba la victoria. En una ocasión clara de gol, la pelota se le escapó.
Kevin Rodríguez. Con mucho empeñó. Se proyectó a la portería riva en dos ocasiones. En la primera no culminó la jugada con éxito, y en la segunda le cometieron una falta. En el sexto minuto de adición, esperó en el área grande el pase de Moisés Caicedo y clavó el 2-1.
Ángelo Preciado: Se le extrañó en el primer tiempo porque por la banda derecha, Bolivia quiso aprovechar los espacios que dejó Ecuador. En el segundo le hicieron superioridad numérica y tuvo mucho trabajo.
Carlos Gruezo. Ingresó en el segundo tiempo para reforzar el trabajo de Ortiz y Moisés Caicedo. Asistió a sus defensas que están siendo superados por los bolivianos. Siempre es eficaz su presencia.
Beder Caicedo: Si entrar en ritmo de juego y partido. En el gol de Bolivia pudo hacer un poco más.