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El regreso de Bielsa a Argentina, ahora como DT de Uruguay: ¿el tiempo le dio la razón?

La bandera con la que un grupo de amigos recibió a Bielsa en el primer partido de Eliminatorias tras la eliminación del Mundial 2002. ESPN.com

Deseo sobre tela. La obra nos presenta la confianza en el líder de un proyecto para la Selección Argentina, estampada con letras negras sobre el manto sagrado celeste y blanco. La frase es contundente y va contra la corriente de la búsqueda inmediata del resultado: "Bielsa, el tiempo te dará la razón", con la firma de Colo, Emi y Pablo. Ese grupo de tres amigos está fuera de contexto. Argentina había quedado eliminada en la primera fase del Mundial Corea-Japón 2002 y, con la continuidad de Marcelo Bielsa como director técnico, afrontaba la primera fecha de las Eliminatorias Sudamericanas contra Chile en el estadio Monumental meses después de aquel empate contra Suecia en Asia.

El ambiente en aquel 2-2 del 6 de septiembre de 2003 que iniciaba el camino rumbo a Alemania 2006 estaba cargado de opiniones en contra de que el Loco siguiera al mando del seleccionado argentino. El golpe había sido muy fuerte. Sobre todo para una sociedad futbolera guiada por el exitismo de los resultados. El proceso previo al dolor que había provocado ese 1-1 ante Suecia que había desvanecido la ilusión parecía no tener ningún valor. Pero no para todos.

Pablo Dragún, Martín Rubinstein y Emiliano Campodónico fueron los creadores de la bandera. En el encuentro frente a Chile la llevaron a la tribuna San Martín alta y pasó prácticamente desapercibida. Ya en la victoria 3-0 contra Bolivia del 15 de noviembre, desplegada en la San Martín baja, estuvo más visible a pesar del diluvio. "Los policías nos preguntaban qué era eso que estábamos colgando y cuando les respondíamos que era una bandera a favor de Bielsa nos miraban como diciendo 'ustedes están locos'", dice el economista Dragún en una charla con ESPN.com.

Más allá de no haber tenido contacto directo con el entrenador, Dragún sabe que el gesto fue valorado: "Nos consta que Bielsa reconocía el esfuerzo por hacer y mostrar la bandera porque su imagen estaba muy en el piso después del fracaso del Mundial 2002".

Este jueves 16 de noviembre, Bielsa volverá a dirigir en Argentina, esta vez como DT de Uruguay y en La Bombonera. El rosarino ya ocupó el banco visitante cuando fue entrenador de Chile: el 13 de octubre de 2007 la Argentina del Coco Basile le ganó 2-0 con dos goles de Juan Román Riquelme. "Ese fue el último partido al que llevamos la bandera", recuerda Dragún.

¿El tiempo le dio la razón a Bielsa?

La afirmación del trío de admiradores se transformó en pregunta. El primer gran triunfo de Marcelo fue que desde AFA le dieran el apoyo para seguir en el cargo a pesar del fracaso en la Copa del Mundo. En esa continuidad, la Selección de Bielsa mantuvo la misma idea de juego y de trabajo. De esa manera, Argentina llegó a la final de la Copa América 2004 (perdió ante Brasil por penales) y ganó la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Atenas.

Cuando faltaba tanto tiempo para el siguiente Mundial como el que había transcurrido desde el anterior, Bielsa renunció porque "ya no tenía la energía para realizar las tareas que requiere ser el técnico de la Selección". Así como asumió y desarrolló su trabajo con su estilo, también se fue de ese modo.

La ausencia de conquistas relevantes con Argentina no le impidió al Loco crecer en su carrera. Todo lo contrario. Tras una pausa de casi tres años, Bielsa aceptó el desafío de dirigir a la Selección de Chile. Allí tomó una base de jugadores jóvenes, con buenos antecedentes de juego en juveniles, aunque no de comportamiento, y la pulió para lograr un crecimiento sostenido. Se ganó el respeto de todos y con una soberbia actuación en las Eliminatorias llevó a la Roja al Mundial 2010, en el que Brasil fue la barrera infranqueable en octavos de final.

La decisión de no seguir como DT de Chile estuvo directamente vinculada al cambio de presidente en la Federación: su falta de confianza en Sergio Jadue fue la razón que esgrimió. "Don Marcelo, Chile le agradece", sentenciaba una nueva bandera con mensaje para el DT, en este caso la roja, blanca y azul de la segunda nación futbolera en la que había conquistado corazones.

Tanto en Athletic Bilbao como en Leeds elevó las aspiraciones de dos clubes en los que se transformó en un ícono. Estuvo muy cerca de la gloria con los vascos y devolvió a la Premier League a los ingleses. Siempre a su manera.

"Mejoró a un montón de jugadores tanto en los seleccionados como en los clubes. Desarrolló y potenció a figuras como por ejemplo Arturo Vidal y Alexis Sánchez en Chile o Kalvin Phillips y Raphinha en Leeds", destaca Dragún. "Y recibió el cariño y afecto de la gente en Bilbao, en Chile o en Leeds", agrega el hincha bielsista.

Tanto en su experiencia en España como en su ciclo en Inglaterra, Bielsa se enfrentó a los entrenadores más prestigiosos del mundo. El respeto de muchos y la admiración de otros fue uno de los grandes premios del DT argentino. Su pasión por el juego y la dedicación al trabajo se transformaron en reconocimiento. En Marsella, cuando dirigió al Olympique, no obtuvo los resultados deseados, pero sí experiencias como la visita de Zinedine Zidane que fue a aprender de él.

"Los elogios de algunos de los técnicos más importantes de la historia como Pep Guardiola me generan satisfacción", dice Dragún. Y suma un panorama de la charla futbolera más llana: "En un grupo de amigos en el que hay un entrenador y un secretario técnico me dicen que no importa si yo sé de táctica para opinar porque como banqué a Bielsa después del Mundial 2002 puedo decir lo que quiera".

El período como seleccionador de Uruguay recién comenzó y Bielsa, como en toda su carrera, ya recibió críticas y elogios. La no convocatoria de Luis Suárez y Edinson Cavani para los primeros partidos generó controversia. Marcelo se mantuvo en su eje. Sus dirigidos le muestran respeto y lo halagan en cada entrevista. El histórico triunfo contra Brasil después de 22 años será un hito imborrable.

¿El tiempo le dio la razón a Bielsa como presagiaba la bandera? "Fue una frase efectista. Lo que pensamos es que el tiempo iba a poner todo en su lugar más allá de los resultados deportivos", confiesa Dragún.

El tiempo otra vez avanza y Bielsa sigue hacia adelante con o sin razón.