En un rincón del desconocido vestuario del Estadio General Santander de Cúcuta, el Loco Abreu le disparó una pregunta al joven debutante. “¿Usted va a debutar con la 10?”, preguntó el Loco al chiquilín que se cambiaba a su lado y que levantó la vista asombrado.
Abreu le explicó el motivo de su pregunta con una premonición: “Mire que la 10 es mufa. No la quiere nadie. Prepárese porque algo va a pasar…”.
Aquel 7 de febrero de 2007, Luis Suárez tenía un debut soñado con la celeste. Uruguay vencía 3-1 a Colombia cuando, a seis minutos del final, la mufa que presagió Abreu se hizo presente y lo expulsaron. “Fue la primera y única vez que usé el número 10”, reveló tiempo después Suárez en Canal 12.
Luis no olvida aquella noche en el General Santander de Cúcuta. “Me trae lindos recuerdos como compartir la habitación con Nicolás Vigneri y jugar con la 10 de Uruguay en la Selección mayor es algo de lo que no me puedo olvidar más”, expresó el delantero en una nota con AUFTV referida a su debut con la Celeste.
Suárez agregó: “Recuerdo cuando el primer gol eludo a Calero (golero de Colombia) y me hace penal. No tuve muchas situaciones de gol pero jugué con jugadores importantes como Gonzalo Vargas y el Loco Abreu”.
La 9 de Luis
Unos meses después comenzó a jugar oficialmente en la Selección debutando en las Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010. El primer partido fue contra Bolivia en el Centenario.
Aquel 13 de octubre de 2007, el salteño tomó la camiseta número 9. No la largó más ¿Quién jugó con la 10? Uno de sus referentes ofensivos: Diego Forlán.
Suárez reconoció en Forlán un ejemplo a seguir… “Yo lo veía a Diego, porque para mí fue siempre un referente y un ejemplo como profesional. El jugador de fútbol es muy envidioso pero siempre le tuve admiración por lo que era y por querer mejorar siempre”, comentó el salteño.
En el libro Vamos que Vamos contó una anécdota donde Forlán lo aconsejó: “Jugar con Forlán me hizo mejorar. Me hizo aprender cosas relacionadas con la responsabilidad. Después del partido contra Sudáfrica (Mundial de 2010), hablé con Diego y le dije que estaba preocupado porque no me entraba una, que no lograba hacer un gol. Y Diego me contestó: ‘Guacho, cuando menos te imagines la pelota te va a entrar’. Y así fue”.