Lionel Scaloni tiene un nuevo desafío con la Selección Argentina. Ya con el Mundial 2026 como objetivo a la vista, la expulsión de Nicolás Otamendi en el cierre de las Eliminatorias ante Ecuador dejó al entrenador sin una de sus piezas históricas en el fondo, al menos para el primer partido mundialista. A partir de eso, el entrenador deberá resolver cómo conformar la zaga central, una línea que combina jerarquía probada con alternativas en crecimiento y quiénes serán los nombres que estarán presentes en las bandas.
El tándem Cristian “Cuti” Romero-Nicolás Otamendi fue una garantía durante los grandes torneos recientes. Solidez, liderazgo y carácter los convirtieron en pilares del ciclo del entrenador de Pujato. Sin embargo, la suspensión del hombre de Benfica y la recuperación física de Lisandro Martínez, que viene dejando atrás una seguidilla de lesiones en el Manchester United, abren un abanico de opciones para el cuerpo técnico.
En la Copa América 2024, Lisandro había desplazado a Otamendi, pero su salida por lesión obligó al DT a reacomodar piezas. En ese proceso, Facundo Medina, Leonardo Balerdi y Nehuén Pérez ganaron minutos. Los tres cuentan con experiencia europea, buena técnica para salir jugando y ritmo competitivo, aunque ninguno terminó de consolidarse como titular.
En la última convocatoria, Scaloni amplió la lista con dos nombres que representan diferentes etapas de madurez y proyección: Marcos Senesi y Lautaro Rivero, dos centrales que llegan por caminos distintos, pero que comparten una característica clave: ambos pueden ofrecer variantes sólidas y confiables en el recambio.
Senesi y Rivero, un mismo objetivo con Argentina
Marcos Senesi, de 28 años, atraviesa uno de los momentos más estables de su carrera en el Bournemouth de la Premier. Formado en San Lorenzo y con paso exitoso por el Feyenoord, el defensor zurdo se caracteriza por su fortaleza física, buena salida desde el fondo y juego aéreo. En Inglaterra demostró su capacidad para participar en ataque (nueve intervenciones de gol la última temporada) y consolidarse como un marcador de jerarquía. Fue tentado por Italia, pero eligió esperar su oportunidad en la Selección argentina, donde busca afirmarse definitivamente. En el último amistoso ante Venezuela, fue titular junto a Cuti Romero.
Lautaro Rivero, en cambio, representa la sangre nueva del fútbol local. A sus 21 años, el defensor de River Plate vive un ascenso meteórico: de vender alfajores en los semáforos de Moreno a entrenarse en Ezeiza con la Selección. Zurdo, de 1,85 metros y personalidad serena, se destaca por su lectura del juego, su firmeza en el mano a mano y su capacidad para salir jugando. Además, puede adaptarse al lateral izquierdo, una versatilidad que valoran mucho Scaloni y su cuerpo técnico. Tuvo sus primeros minutos en el 6-0 ante Puerto Rico, reemplazó a Otamendi en la 2da parte.
Senesi y Rivero llegan desde realidades distintas, pero con un mismo objetivo: ganarse un lugar en la defensa campeona del mundo. Uno aporta experiencia internacional; el otro, juventud y proyección. Ambos encarnan la renovación medida que busca el entrenador en una línea defensiva que empieza a mirar más allá de los nombres históricos.
Los laterales, el otro dilema de la Selección
Es, sin discusión, el sector con menos renovación desde el inicio del ciclo Scaloni. En el lateral derecho, las opciones siguen siendo prácticamente las mismas que en Qatar: Nahuel Molina, Gonzalo Montiel y Juan Foyth. Molina continúa como titular en el Atlético Madrid, aunque su nivel tuvo altibajos; Montiel regresó a River Plate para recuperar continuidad; y Foyth, pese a sus condiciones, nunca logró afianzarse por completo en el esquema del equipo.
Durante los últimos amistosos, el DT también probó variantes tácticas, con Giuliano Simeone ocupando el lateral derecho ante Venezuela, buscando sumar velocidad y sorpresa desde la banda. Fue una apuesta experimental que mostró la intención de Scaloni de explorar alternativas más ofensivas.
En el lateral izquierdo, la situación parece más estable. Nicolás Tagliafico mantiene la titularidad y Marcos Acuña, hoy también en River, sigue siendo su principal recambio. Detrás de ellos aparecen nombres jóvenes como Valentín Barco y Julio Soler, dos proyectos con proyección europea que podrían pelear por un lugar en el futuro cercano. Además, el DT ensayó con Nico González en ese sector en las Eliminatorias y fue de arranque ante Puerto Rico. Es una variante que le dio equilibrio entre defensa y ataque en partidos puntuales.
Con ese panorama, el lateral izquierdo parece cubierto, mientras que el derecho continúa siendo el gran interrogante de la Selección rumbo al Mundial 2026. Scaloni deberá decidir si mantiene la base del ciclo o si se anima a introducir sangre nueva en una posición que todavía espera su recambio generacional.