MÉXICO -- Carlos Vela volvió a ser el de antes, el de un talento prometedor y la destreza en la pierna izquierda, que por instantes se volvió cañón y vulneró la meta de Brad Guzan, para empatar el marcador y reencontrarse con su amado público.
Contragolpe letal, pase de Chicharito y campo abierto para el donostiarra más mexicano, quien sin miedo partió hacia el centro, se perfiló a su izquierda y pateó con arrojo rumbo al primer poste del arquero, de estirada inservible.
El gol enloqueció a la tribuna y el grito retumbó más allá del graderío, impulsado por causas patrias y revanchas interminables, que supieron a gloria en el nombre de un renegado en tratamiento, de buen gesto frente a la prensa y galante con la afición.
Desde cada una de las butacas el 'Vela-Vela' fue coreado, como si el amor regresara a casa tras un contragolpe digno de cátedra; luego vino el 'Cielito Lindo' y la porra general, que revive las mejores épocas de un 'gigante' en el hexagonal.