El Real Madrid ya puede proclamar en mayúsculas que ha iniciado una dinastía en el fútbol europeo. Siendo el primer club que enlaza tres títulos en la Champions League, sucede en esta consideración al Bayern Munich, el segundo y último que conquistó consecutivamente tres trofeos como hiciera el Ajax anteriormente, y ya puede comenzar a pensar en igualar su propia gesta, la utópica de ganar hasta cinco como hiciera entre 1956 y 1960.
Afortunado con la lesión de Mohamed Salah a la media hora que perjudicó de mala manera al Liverpool y más aún por la horrible actuación de un Karius que fue responsable directo de dos de sus goles, el Madrid conquistó la leyenda.
El doblete del Barcelona quedó, de repente, apartado del plano con una victoria en Kiev que dirigió un año desastroso hacia un final apoteósico, con Sergio Ramos levantando la Orejona tal como hiciera en Cardiff, Milán y Lisboa. Cuatro trofeos en cinco temporadas. Lo nunca visto.
¿Quién recordará que el equipo de Zidane completó en España una temporada para olvidar? En 1998 el Madrid quedó cuarto en la Liga, ganando solo 17 de los 38 partidos del torneo y siendo derrotado en los dos Clásicos. En la Copa fue eliminado a las primeras de cambio, en los octavos de final, por el Alavés, que jugaba en Segunda División y se presentó en la final de Amsterdam habiendo ganado solo 2 de los 8 partidos anteriores.
El drama que rodeaba a aquel conjunto dirigido por Jupp Heynckes (y que motivó su salida del banquillo al acabar el curso) no difería mucho hasta este sábado al que sufría el de Zidane. Cerró la Liga 17 puntos por detrás del Barça, curiosamente habiéndole ganado la Supercopa (como en 1997) al comienzo de la temporada, y fue expulsado de mala manera en la Copa del Rey, eliminado por un Leganés que le venció en el mismísimo Bernabéu. ¿Y qué?
El Madrid ha protagonizado esta temporada partidos horribles. No solo fue arrasado por el Barça en el Clásico liguero disputado en su estadio, sino que fue derrotado por el Girona, Villarreal, Betis, Celta o Espanyol, ofreciendo espectáculos que en ocasiones rozaron una mediocridad inaguantable... Pero que no se llevaron por delante al entrenador por una simple razón: la Champions.
La temporada del Real Madrid se resume en su paseo por París y sus exhibiciones en Turín y Múnich. A nadie le ocupó ya recordar que el Tottenham
le desnudó en la fase de grupos o que disfrutó de arbitrajes amables en el Bernabéu frente a PSG, Juve y Bayern porque la dictadura del marcador borró todo lo demás.
Al dominio incontestable del Barça en España en esta última década responden desde el Bernabéu mostrando cuatro Champions conquistadas en cinco años, las últimas tres de forma consecutiva y que convierten al Real Madrid en el auténtico Rey de Europa. Una dinastía en toda regla.