Irán, encuadrada en el grupo de España y que debutará en el Mundial frente a Marruecos, se encuentra desesperada a una semana de su presentación por el boicot que sufre de parte de la empresa Nike, que se ha negado a suministrarle el calzado a los futbolistas que usan la marca estadounidense después de que ésta decidiera seguir las sanciones contra el país persa anunciadas por el presidente Donald Trump.
Nike anunció su determinación de boicotear a la selección iraní y provocó el pasmo en el seno del equipo dirigido por Carlos Queiroz, que este viernes pidió expresamente “a la FIFA que nos ayude a solucionar este asunto”. “Los futbolistas están acostumbrados a su equipación deportiva y no es correcto encontrarse con este problema una semana antes de partidos tan importantes” afirmó el entrenador, en unas declaraciones citadas por Press TV y en las que mostró su “preocupación”.
La selección de Irán viste camisetas de la marca Adidas, la gran competidora de Nike, pero buena parte de sus jugadores, con el permiso expreso de la empresa alemana, calzan botines de Nike, que desde hace más de una semana solventó seguir las pautas ordenadas por Trump respecto a las sanciones comerciales contra el país persa.
A través de una información de la agencia Reuters, un portavoz de Nike anunció el 30 de mayo que ningún jugador de la selección de Irán llevará las botas de su marca, aunque aseguró que dicha decisión “no tiene relación con ninguna situación política”, por más que no se especificó razón alguna.
“Instamos a la FIFA a que nos ayude”, proclamó Queiroz, como portavoz del vestuario de los ‘Príncipes persas’ y en respuesta al último comunicado de Nike, firme en su seguimiento, contrariamente a lo expresado una semana antes, a las decisiones de Donald Trump.
“Las sanciones decididas (por la Casa Blanca) significan que, como compañía estadounidense, no podemos suministrar botas a los jugadores del equipo nacional de Irán en este momento”, reseñó la empresa norteamericana, citada por Voice of America y mostrándose decidida a no variar su postura.