Sebastián Abreu habló con Alejandro Fantino en los Especiales de ESPN FC, y se refirió a su idolatría en Botafogo, su historia con el número 13, el penal picado a Ghana y sus tres momentos principales del deporte.
A continuación, las mejores frases de la entrevista:
Su idolatría en Botafogo
“Para mí es exagerado. Cuando un hincha te lo explica entendés un poco el por qué. El detalle de amor puro es que cuando llegué, Botafogo venía de perder tres finales seguidas con Flamengo, el tradicional rival. Los hinchas me decían ‘no me importa si salimos campeones o no, no quiero perder otra final contra Flamengo’. Esos hinchas que venían de tres años con el grito de campeón trancado, soltaron todo y me colocaron en el muro de los ídolos”.
“Cuando debuté, el destino quiso que fuera un clásico contra Vasco Da Gama, de local, perdimos 6 a 0. En el entretiempo, el técnico me dijo ‘te voy a sacar para cuidarte’. Le pregunté: ‘¿para cuidarme de qué?’. ‘De que no te maten’, me contestó”.
Su historia con el número 13
“Cuando tenía 12 o 13 años pensaba que la superstición y las cábalas eran una estupidez. En Defensor Sporting, donde debuté, no usaban la 13 ni la 17, pero en la Libertadores era obligatorio y me dieron la 13, porque era uno de los que tenía menos chances de jugar. Malos resultados y lesiones me llevaron a jugar e hice dos goles. A partir de ahí, jugué siempre con la 13”.
“De camino a los partidos voy mirando los números de las patentes y si veo más veces el 23 (un número con el que le fue mal en La Coruña) que el 13, me quedo dando vueltas en el estacionamiento del club hasta ganarle”.
La Jabulani y el penal picado a Ghana
“La Jabulani era una pelota playera. Diego Forlán pidió que le acercaran una tres meses antes del Mundial y fue el único que la entendió. Yo erré los tres penales en la práctica anterior al partido contra Ghana”.
“Antes del partido con Ghana, Jaime Roos me preguntó qué venía después de haber hecho el gol de la clasificación al Mundial, contra Costa Rica. Le dije ‘no sé ni cuándo, ni cómo, ni por qué, pero hay algo grande que me espera. Cuando Ghana erró el quinto penal me cayó la ficha y pensé ‘este era el momento que esperaba’”.
Sus tres momentos del deporte
“El primero son los dos goles a Bolivia en la Sub-17 con Uruguay. Yo me iba a dedicar al básquetbol pero al volver, cinco equipos querían comprar mi pase. Hoy estoy acá por eso.”
“El segundo es haber jugado con Juan Carlos de Lima. Él representa lo que es un nueve uruguayo, es mi ídolo y pude absorber toda la información y el conocimiento de un campeón de América y del mundo”.
“El tercero es el gol de penal que hice en Sudáfrica contra Ghana, que me catapultó a ser conocido en todo el mundo”.