Raúl Jiménez está intacto. La carrera del mexicano se detuvo algunos meses, pero el tiempo no merma el talento ni el instinto. Volvió, y aunque suene a ‘cliché’, todo indica que lo hizo fortalecido, recargado.
El andar futbolístico de Raúl le ha presentado distintas pruebas, desde una primera incursión fallida en Europa con el Atlético de Madrid, o un rol secundario en un equipo menor como el Benfica; sin embargo, la confianza en sí mismo y una perseverancia a prueba de ‘choques’ lo tienen de pie.
Aquel fatídico noviembre de 2020 representó el desafío más grande para el goleador azteca, y pese a que estuvo en riesgo su carrera y lo más importante, su vida, libró la batalla y hoy de nuevo disfruta de lo más preciado: la existencia, la familia y el futbol.
En los dos partidos más recientes del Wolverhampton, Jiménez dio fe de que camina a pasos agigantados para retomar el nivel que tuvo antes del choque de cabezas con el brasileño David Luiz.
Sencillamente le falta jugar y jugar para volver a ser ese delantero lleno de recursos, que no es dependiente y que es capaz de resolver un encuentro con base en su capacidad, pero sobre todo en un instinto que no se compra ni se trabaja en el día a día. Se tiene o no se tiene.
Hace poco más de una semana Raúl regaló un gol para enmarcar, digno de incluirse en un tutorial para centros delanteros. Recibió un pelotazo largo —porque en lo absoluto fue un pase con ventaja—, y gracias a su capacidad para cubrir el balón y saber usar el cuerpo, se impuso a un defensa al que dejó en el camino, y a un segundo al que hizo pasar de largo con una faena digna de aplausos de pie.
Por si fuera poco, se dio el lujo de respirar dentro del área, observar al portero y definir con sutileza para ponerle su firma a una auténtica obra de arte.
Y el sábado pasado, en un rol distinto, ahora fue asistidor. Dio un par de pases de gol llenos de visión de juego, habilidad, destreza para eludir oponentes y talento en la ejecución y precisión. Lo hizo ver fácil y no lo es, mucho menos en la mejor liga del mundo.
Esa versión de Raúl Jiménez es con la que contará de nueva cuenta la Selección Mexicana de Futbol en su segunda ronda de partidos de eliminatoria rumbo al Mundial de Catar 2022.
Gerardo Martino ha padecido para cubrir la baja del examericanista, ya que ni su aferración por Rogelio Funes Mori estuvo cerca de representar una solución cercana a la ausencia de gol en un combinado azteca que sumó puntos, pero que poco y nada convenció con su desempeño.
Para fortuna del ‘Tata’ y del Tricolor, el goleador está de vuelta y luce en estado óptimo de pies a cabeza.