La Selección Colombia abrirá la triple fecha de Eliminatoria en octubre frente a Uruguay en Montevideo. En la pasada Copa América lo eliminó en los cuartos de final y Reinaldo Rueda podría repetir algunos aspectos para volver a sumar en esa ciudad después de 20 años.
Los uruguayos siempre han controlado el juego de los colombianos y en las últimas Eliminatorias no han tenido problemas, quedándose con los tres puntos en los partidos que se disputaron en el estadio Centenario. Los más recientes enfrentamientos, cuatro en total, fueron todos a favor de la Celeste. Colombia no consigue un empate desde la ronda clasificatoria al Mundial 2002 cuando lograron un 1-1.
En la pasada Copa América de Brasil tuvo un gran desempeño por los cuartos de final a Uruguay demostrando que con el técnico Reinaldo Rueda encontró una manera de controlar el juego y conseguir un resultado a favor.
La Selección Colombia empató el compromiso y lo llevó a la definición desde el punto blanco del penal con una defensa muy sólida que, sin cometer errores, contuvo el juego ofensivo uruguayo. Además, tuvo un ataque que hizo mucho daño y creó varias oportunidades de gol.
La clave de la defensa estuvo en la concentración que mantuvo durante los 90 minutos y el orden táctico que sostuvieron sin darle oportunidades claras a los atacantes Edinson Cavani y Luis Suárez. Yerry Mina y Dávinson Sánchez estuvieron impenetrables y sus complementos por las bandas, Daniel Muñoz y William Tesillo tuvieron una gran actuación.
El medio campo también fue importante en dos facetas en el desarrollo del partido. Primero en el aspecto defensivo el técnico diseñó una estructura para desactivar el juego colectivo de Uruguay, intentando destruir cualquier posibilidad ofensiva por las bandas o por el interior del campo.
Para esta tarea tuvo a dos hombres por las bandas, Rafa Borré y Luis Díaz, los cuales estuvieron pendientes y siempre trataron de acompañar a los jugadores que atacaban por los costados tratando de impedirles crear acciones peligrosas que pudieran terminar cerca del portero David Ospina.
Igualmente, dispuso de dos volantes de marca para tener más dominio por el interior del campo y cortar las intenciones en ataque. De esta manera con Wilmar Barrios y Gustavo Cuéllar cumplió el objetivo y cortó los circuitos entre centrocampistas y delanteros.
Por último, en la segunda faceta del juego, la ofensiva, realizó una actuación impecable originando mucho peligro en el área del portero Fernando Muslera, quien terminó como una de las figuras del compromiso. La clave estuvo en la decisión de disputar el partido con dos hombres en punta, los cuales siempre estuvieron acompañados por dos jugadores extremos y un centrocampista de corte defensivo con condiciones de salir al ataque y conducir sin problemas un ataque por el interior del campo.
En este caso, Duván Zapata y Luis Muriel se complementaron muy bien, creando mucho desconcierto en la defensa rival, y adaptándose a la propuesta por las bandas de Borré y Díaz, quienes tuvieron como tarea principal desbordar y realizar centros al corazón del área.
De esta manera, la Selección Colombia encontró una manera de enfrentar a Uruguay e intentar hacerle daño para conseguir un resultado positivo que no se logra desde hace 20 años por la Eliminatoria.