Guillermo Ochoa, Andrés Guardado, Héctor Moreno y Héctor Herrera son futbolistas que cargan en sus espaldas cuatro —los dos primeros—, tres y dos mundiales, respectivamente.
Los cuatro rebasan los 30 años: Memo, 36; Andrés, 35; Moreno, 34; y Herrera, 31. Y tienen otro común denominador: ninguno vive su mejor momento futbolístico.
Estos jugadores que han sido la columna vertebral del Tricolor durante tantos años, hoy son parte de una Selección híbrida que el técnico Gerardo Martino pretende consolidar, pues a los veteranos se han sumado jóvenes con talento, pero aún sin la responsabilidad de cargar con el equipo.
Los refrescantes nombres de Alexis Vega, Diego Lainez, Carlos Rodríguez, Luis Romo y Johan Vásquez, entre otros, son parte del recambio generacional necesario en el Tricolor, pero la mayoría de ellos todavía no tienen un rol protagónico porque el entrenador se empecina en mantener en las convocatorias y como titulares a los ‘mayores’.
El final de los ciclos siempre es doloroso, pero puede ser peor si no se identifica a tiempo que algo terminó y no da para más.
Está claro que si en estos momentos se valorara el nivel de Héctor Herrera o Héctor Moreno, ninguno tiene argumentos para aparecer en la lista de seleccionados, y ya no se diga en un ‘11’ inicial.
Sin embargo, Martino los llama porque es reacio a desterrar por completo a una generación acabada, y apela a la experiencia y jerarquía de los mencionados.
El caso de Guardado es similar: tiene una carrera envidiable en Europa de casi 15 años, esta temporada ha retomado cierto protagonismo en el Betis y hasta se habla de que renovó contrato recientemente, pero en honor a la verdad, en Selección Nacional ya no le da para competir ni ante rivales de la Concacaf, y menos para pensar en una Copa del Mundo.
Lo de Memo Ochoa, en el entendido de que un portero tiene mayor longevidad, también preocupa, pues sin olvidar los dos recientes Mundiales en los que fue uno de los hombres más destacados de México, nunca logró progresar en sus principales limitaciones: las salidas por alto y el juego con los pies.
El gol de Jamaica está precedido de una jugada en la que el americanista no sale a cortar un centro, y acciones o yerros similares en sus últimas actuaciones con el Tri se han vuelto recurrentes.
Pero sucede lo mismo: el entrenador se resiste a cambiar, a darle entrada a otro portero, y que no quepa duda que Ochoa será el titular en Catar, pues fomentar la competencia o lanzar al ruedo a los mejores no parece ser la consigna.
Sin demeritar trayectorias o jerarquías, estos cuatro futbolistas pertenecen a una generación que ha ganado poco y nada como Selección Nacional: estuvieron en el Repechaje ante Nueva Zelanda para ir a Brasil 2014, gracias a Estados Unidos y a un gol milagroso de Graham Zusi…
Fueron protagonistas (Guardado, sobre todo) de aquel robo vergonzoso a Panamá en las Semifinales de la Copa Oro en 2015 con un penalti inexistente, y así avanzaron a la Final en la que se impusieron a Jamaica.
Y cómo olvidar el 7-0 a manos de Chile en la Copa América de 2016, uno de los mayores —o el mayor— ridículos en la historia del conjunto azteca.
Para rematar, las dos finales perdidas ante selecciones ‘B’ y ‘C’ de Estados Unidos el año pasado, y la presente eliminatoria mundialista en la que México es tercero por debajo de Canadá y los de las ‘Barras y las estrellas’. Sí, el otrora gigante está arañando su pase directo a Catar en la zona futbolística más pobre del mundo.
Son los mismos, los mismos y pertenecen a una generación acabada, aunque Martino no lo vea así o sencillamente no lo quiera ver.
Y no se trata de borrarlos del mapa y cerrarles la puerta de la Selección, pero en el entendido de que están en la parte final de sus carreras tendría que hacerse una valoración real de quién de ellos todavía le puede aportar algo al equipo, más allá de nombres y experiencia.
Por otra parte, es claro que estos cuatro veteranos no son los únicos responsables del penoso nivel que arrastra desde hace meses el conjunto mexicano, pues hay muchos otros indignos de portar una camiseta que debería ser sagrada.
Uriel Antuna, Luis Rodríguez, Rogelio Funes Mori, Érick Gutiérrez, Jonathan Orozco y Jorge Sánchez, por citar solo a algunos. Sin embargo, el llamado ‘Tata’ parece ya tener a más del 80 por ciento de la lista que irá al Mundial en noviembre, y de poco y nada sirve que otros jugadores hagan méritos en estos meses para ganarse un lugar.
Santiago Giménez, por ejemplo, con toda certeza está para discutirle y ganarle el sitio de suplente de Raúl Jiménez a Funes Mori.
El mediocampista Érick Lira merecería un llamado por el gran torneo que realizó con los Pumas, en una zona del campo en la que Herrera y Guardado ya no son ni cerca una garantía.
El lateral izquierdo de Santos, Omar Campos, en una posición en la que Jesús Gallardo no tiene competencia pese a no dominarla, y a que va de tumbo en tumbo. Y en el mismo tenor podrían citarse otros casos, aunque la realidad es que al entrenador no le interesa apostar por un cambio cuando a todas luces el equipo no funciona.
Así las cosas, ciertamente Memo y Andrés van por su histórico quinto Mundial; Moreno por el cuarto y Herrera por el tercero… Sí, con todo y que son la imagen viva de una generación acabada, la generación del 7-0 y la que no quedó fuera de un Mundial gracias a Estados Unidos. Esa misma.