<
>

Jaime Lozano: "Sé que ayudé a la Selección Mexicana a calificar caminando"

play
'Tata' Martino, sobre la poca contundencia del Tri: "Nos preocupa y mucho" (1:40)

El DT de la Selección Mexicana explicó que enfoca esfuerzos en mejorar la efectividad del equipo de cara a portería. (1:40)

Jaime Lozano fue figura en un partido ante Costa Rica y aunque no fue al Mundial, recuerda la importancia de los partidos mundialistas

MÉXICO.- Uno de los aportes de Jaime Lozano a la Selección Mexicana como futbolista fue romper una barrera histórica de varias décadas sin goles ni victorias del Tricolor en territorio de Costa Rica. Aunque al final quedó fuera del equipo que acudió al Mundial Alemania 2006, hoy dice con orgullo que está tranquilo porque “sé que ayudé a esa Selección a calificar caminando, como se dice”.

Jaime Lozano se siente orgulloso de haber sido parte de ese representativo nacional "que jugaba bien al futbol", declara a ESPN Digital. "Son años muy lindos que recuerdo con mucho gusto. Es la recompensa al profesionalismo, al trabajo, tarde que temprano te llega y estoy muy contento de haber puesto mi granito de arena, pues sé que colaboré para que México calificara al Mundial caminando”, reitera.

¿Qué hizo Jaime Lozano en aquel proceso mundialista que encabezó Ricardo La Volpe para que se le recuerde tanto? Muchos goles; 11 para ser exactos, solo tres menos que Jared Borgetti, y dos de ellos acabaron con una maldición que ya le pesaba al equipo mexicano.

El actual director técnico Jaime Lozano recuerda con emoción lo sucedido aquel 9 de febrero de 2005 en Costa Rica, cuando era jugador. Rafael Márquez le cedió la oportunidad de cobrar el tiro libre que convirtió en un golazo (0-1) y, posteriormente, con una palomita marcaría el 0-2.

En 90 minutos, Jaime Lozano le hizo un doblete histórico a Costa Rica que rompió con una racha negativa de México en casa de uno de sus grandes rivales en eliminatoria de la Concacaf. Esta tarde ambas selecciones se enfrentan en su camino para llegar a Catar 2022.

“Es como la frase esa de ‘todo parece imposible hasta que alguien lo hace’. Al final, yo iba convencido de hacer un gran partido. Tenía antes de ese juego algunos partidos con goles y en mi cabeza estaba el poder anotar”, revela Jaime Lozano a ESPN Digital.

“Recuerdo que una noche antes o en la concentración previa en México, hicimos una sesión con Alex Molina, quien era nuestro coach deportivo o psicólogo deportivo en ese momento; Alex nos preguntó que en dónde jugaba mejor la Selección de México y casi todos respondieron: ‘en el Azteca, en el Azteca, en el Azteca…’ y yo para mis adentros decía: ‘en CU’, porque yo jugaba en Pumas y yo en donde mejor juego es en CU’. Alex nos comentó: ‘pues llévense ese Azteca muy dentro y salga al partido como si estuvieran jugando en el Azteca”.

Pero el pensamiento de Jaime Lozano era otro que quedó para sí mismo “y yo salí a jugar como si estuviera jugando en CU. Al final fue un gran partido el que nos tocó dar a todos, no solamente a mí”.

Considera el ahora entrenador, quien llevó a ganar el bronce olímpico a México en Tokio 2020, una fortuna personal haber metido esas anotaciones. “Es una anécdota bonita y como bien dices: todo en la vida, no solamente en el futbol, es mental. Íbamos muy convencidos de lo que teníamos que hacer y con confianza de que podíamos sacer una victoria”.

La emoción sigue a flor de piel en Jaime Lozano, pues a otras Selecciones Nacionales de México les había costado intentar romper esa barrera en territorio tico y el reto de conseguirlo pudo más en el equipo que dirigía Ricardo La Volpe.

“Llevábamos muchos años sin anotar goles allá, sin ganar allá. Y a mí mismo me dije: ‘donde mejor juegas es en CU y el día del juego vas a jugar en CU’ ¡y todo salió de maravilla!

La realidad es que Jaime Lozano venía con una seguidilla de buenos momentos. Sus logros habían sido constantes, a partir de ser bicampeón con Pumas en 2004, además que, como él mismo señala: cada vez que era convocado al Tri, “me iban muy bien las cosas”. No por nada fue el segundo mejor anotador, después de Borgetti.