Si no mejoran el arbitraje, la Liga MX deberá tomar su pelota y llevársela a su casa.
Hace unas semanas, Santiago Baños mencionó que la CONCACAF Liga de Campeones les estorbaba. Su declaración causó polémica en algunos que no tardaron en señalarle al grado de cuestionar no solo sus palabras sino hasta su puesto, pero el tiempo le ha dado la razón al directivo americanista.
Si bien el Club América está obligado a competir y ganar todas las competencias en las que participa, este torneo atenta contra la integridad física de los futbolistas por el bajo nivel de arbitraje, la disparidad del nivel de juego de las ligas y en ocasiones hasta la mala condición de algunas canchas. Y aunque éste último es el menor de los factores, no debe menospreciarse la atención que se requiere.
El problema más grande es si duda el bajo nivel de arbitraje que pone en riesgo la integridad física de los jugadores cuando se enfrentan a un rival que busca agredir y lastimar como estrategia principal para acceder a la victoria.
El Olimpia pudo plantear otra estrategia y otra táctica distinta a la de su agresividad, y quizás hasta podrían haber logrado la remontada, pero se aferraron a las entradas arteras para tratar de eliminar, no al América, sino a sus jugadores quienes fueron cayendo uno a uno con distintas magnitudes de lesiones siendo la de “Chucho” López la más seria, terminando en cirugía por fractura de peroné.
La función principal del árbitro es la de impartir justicia, pero también la de salvaguardar la integridad física de TODOS los futbolistas que están en el terreno de juego. Repito, de todos. Y aclaro para que no se malinterprete y alguno pueda pensar que pido protección para con los jugadores mexicanos.
Si la CONCACAF no puede garantizar un mejor arbitraje, la Federación Mexicana de Fútbol deberá abandonar la Liga de Campeones al ser un torneo que más allá del boleto al Mundial de Clubes, no da nada. Por el contrario, quita mucho.
Los clubes mexicanos han dominado este certamen y su fútbol es superior al de muchos países centroamericanos y del Caribe. Pero el fútbol es una competencia que permite a todos intentar ganar. Sin embargo, sin garantías de un arbitraje justo y a la altura, los clubes de la Liga MX no deberían ir más a un torneo que económicamente no solo no da nada, sino que además les genera muchos gastos y peor aún lesiona intencionadamente a sus jugadores.
Podrá sonar a berrinche pero si no mejoran el arbitraje, la Liga MX deberá tomar su pelota y llevársela a su casa.